En una carta enviada a la redacción de Yogonet, Constante Traverso, abogado de larga trayectoria en el sector de juego y presidente de la Asociación Peruana de Juegos de Azar (APEJA), destacó la labor de Manuel San Román Benavente, quien hasta febrero se desempeñó como director general de Juegos de Casinos y Máquinas Tragamonedas, dependencia del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur).
A continuación, el texto completo:
Conocimos a Manuel San Román en los pasillos del Congreso de la República entre noviembre y diciembre del 2006. En esa oportunidad, se discutía la reforma general de la Ley de Juegos en el Perú.
La legislación de 1999 había fracasado, y se requería un mecanismo de formalización y reordenamiento que respetando el marco constitucional permitiera al regulador recuperar el principio de autoridad.
No fueron buenos momentos los vividos en el Congreso. Mantuvimos posiciones diametralmente opuestas. Sin embargo, primó la razonabilidad y se logró concretar la nueva legislación.
Posterior a la reforma, la actividad empresarial de juegos de azar en el Perú inició un importante crecimiento y logró su consolidación. Bajo la batuta de Manuel San Román, se pasó de índices de informalidad mayores al 60 % al 100 % de formalización. Esta tarea requirió denodados esfuerzos, si consideramos que el Perú mantiene los índices de informalidad más altos de la región, según reporte de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En la actualidad, los juegos de casinos y máquinas tragamonedas, como parte de la oferta de entretenimiento y turismo en el país, constituyen el único sector de la economía nacional total y absolutamente formalizado y controlado que contribuye de manera significa al desarrollo y brinda cientos de miles de puestos de trabajo, promueve importantes inversiones y aporta al fisco nacional con impuestos especiales, destinados específicamente a la atención de necesidades de los gobiernos municipales, el deporte, la artesanía, entre otros.
Los resultados positivos obtenidos por esta actividad son consecuencia de la implementación de distintas medidas tales como: el sistema de control en línea, las normas de prevención de lavado de activos y de prevención contra la ludopatía, la promoción del juego responsable, el registro de máquinas y la digitalización de los procedimientos administrativos. Estas y otras acciones lideradas por Manuel San Román constituyen un ejemplo y una dosis de optimism que demuestran en los hechos que con capacidad y trabajo se pueden obtener excelentes resultados.
No siempre hemos coincidido con San Román, por ejemplo con la modificación del régimen de infracciones y sanciones o con las recientes restricciones a la actividad por la emergencia sanitaria. Sin embargo, la transparencia, el diálogo y el intercambio de posiciones con fundamentos técnicos y legales, permitieron siempre una relación basada en el respeto y la común intención de contribuir al desarrollo del Perú.
Se ha cumplido un ciclo y si bien todavía hay mucho camino por recorrer, consideramos que los resultados obtenidos han sido muy positivos. Por ello creemos importante dejar sentado nuestro reconocimiento por la labor desempeñada y sobre todo expresar el reconocimiento de los cientos de miles de trabajadores de las salas, quienes han acompañado el proceso de formalización y reordenamiento, se han capacitado, profesionalizado y estamos seguros de que ellos y sus familias comparten enteramente estas líneas de gratitud por la función desempeñada.