En una entrevista concedida al diario O Globo, José Francisco Manssur, asesor especial de la Secretaría Ejecutiva del Ministerio de Hacienda, afirmó que juegos como el Tigre de la Fortuna y el "jueguito del avión" no se regularán porque no se consideran apuestas fijas. La declaración tuvo repercusión en el sector y suscitó dudas sobre una supuesta falta de claridad en la legislación.
El portal de noticias BNLData consultó a representantes del mercado. En privado, algunos expresaron frases como: "pensábamos que la ley era clara" y "acabamos el año con lo que creíamos que era la legalización de las apuestas en línea, pero ahora necesitamos entender mejor la interpretación que hace el gobierno federal de lo que se ha legalizado".
Fabiano Jantalia
En un intento por aclarar cualquier duda sobre lo que está o no incluido en la ley sancionada por el presidente Lula, BNLData consultó al abogado Fabiano Jantalia, socio fundador de Jantalia Advogados y especialista en Derecho del Juego.
"Creo que esta pequeña confusión está siendo causada por el cambio de paradigma que la Ley 14.790 de 2023 trajo: hasta entonces, los términos 'apuestas de probabilidades fijas' y 'apuestas deportivas' eran erróneamente tratados como sinónimos por la mayoría de la gente. Resulta que son conceptos con enfoques diferentes: mientras que la expresión 'probabilidades fijas' designa la forma de divulgación y estipulación del premio (a diferencia de las llamadas apuestas mutuas), la expresión 'deportivas' designa sólo uno de los posibles objetos de las apuestas", analizó Jantalia.
El abogado también explicó que la ley es clara al permitir los eventos virtuales de juego online, siempre que cumplan tres requisitos:
A su vez, Jantalia defendió la necesidad de evitar interpretaciones precipitadas o hacer juicios de valor sobre juegos concretos.
"Está claro que algunos juegos online que se ofrecen actualmente en el extranjero no cumplen plenamente la legislación brasileña -y en este punto me parece legítima la preocupación del Ministerio de Hacienda-. Pero entiendo que, con algunos ajustes en su dinámica y reglas, muchos de estos juegos podrían ser comercializados en Brasil sin ninguna discusión sobre su legalidad. Por lo tanto, todo depende de una buena y coherente reformulación legal", argumentó.