“Para nosotros no ha sido fácil, nadie esperaba esta pandemia, pero nuestros casinos -en casi todos los casos- pudieron mantener a sus trabajadores”, explicó Sánchez en diálogo con Yogonet. “El juego es un sector regulado que impulsa la economía. En Panamá, por ejemplo, es uno de los 10 mayores contribuyentes fiscales a la economía del país. Dicho esto, era necesario que -de alguna forma-, la industria del juego reaperturara en el país”.
“Las salas de juego llevaban más de siete meses cerradas -destacó el titular de la JCJ-, y es una industria que en Panamá supera los US$ 2.000 millones de dólares al año, de acuerdo a los datos del año pasado. Este año tenemos apuestas por alrededor de US$ 444 millones. ¿Qué significa? Que en octubre, que abrieron los casinos, alcanzamos US$ 57 millones de dólares en apuestas”.
A la hora de analizar la recuperación, Sánchez comentó: “Estamos preparados, tenemos un plan organizado entre los casinos y el Gobierno para levantar a la industria del juego. Obviamente, este plan incluye algunos beneficios y apoyos, porque vemos a los casinos en Panamá como aliados: esta es una industria que en el país, solo en alquileres de locales comerciales y salas en hoteles, genera más de US$ 45 millones y más de 10.000 empleos sólo en casino. Si sumamos al hipódromo, que mueve económicamente más de US$ 89 millones anuales en salarios, comprendemos la importancia y necesidad de cuidar a este sector de la economía”.
“Pudimos proyectar esta realidad a nivel nacional, y convencimos a la población de que eran necesaria la reapertura de los casinos”, enfatizó. En cuánto a las aperturas, el ejecutivo destacó que hay “salas de juego que están en 50% de su funcionamiento, algunas están al 60%, y vamos retornando paulatinamente a una operación más sólida y estable. Y si bien no han abierto todos, es importante que más del 90% de nuestros operadores estén ya funcionando”.
En relación al juego online, una modalidad cuya reglamentación se anunció muy fuertemente este año, Sánchez explicó que “en marzo, nosotros aprobamos una regulación de juego en línea para competir con países como Argentina o como Colombia. Hicimos una regulación muy robusta, pero a su vez permisiva para con los operadores de juego, en el sentido de que puedan aplicar a una licencia: no la hicimos imposible”.
“Estamos en proceso de dar los permisos de juego en línea -agregó-, pero con la idea de tener calidad y no cantidad. Analizamos el mercado para dar prioridad a los operadores físicos, porque entendemos que actualmente en Panamá, un casino físico tiene un derecho de llave al Estado de un millón de dólares, o estamos hablando de una sala de máquinas tragamonedas tipo A, que lleva un derecho de medio millón de dólares, y en la licencia en línea solo se pagarán US$ 50.000”.
“Queremos de alguna forma ayudar al casino que -físicamente- es el que más ha invertido, y es el que sostiene a la industria. Genera más de 75 millones de dólares solamente en impuestos que van al Estado, sin contar los 50 millones adicionales que se le paga al seguro social. Estamos hablando de 125 millones de dólares que genera esta industria al Estado panameño”, admitió.
“Ahora, en el juego online, vamos a generar dinero adicional, ya que esta modalidad va a cobrar un impuesto del 10% de los ingresos brutos, lo que representa una nueva recaudación al Estado panameño. Es el futuro, pero sin abandonar a los casinos físicos, ya que no podemos dejarlos en la indefensión”, argumentó.
En cuánto a la actualidad, aclara que “va a entrar un candidato que ya cumplió básicamente con todos los requisitos, pero no es un proceso fácil, ya que hay que cumplir cientos de estándares para poder participar en la industria del juego en línea. Este sector requiere de atender a temas muy relacionados con la prevención del lavado de dinero, la protección al público apostador. Es necesario además que el software sea seguro: aquí no puede entrar nadie que no se encuentre certificado por un laboratorio reconocido o que no sea una empresa de trayectoria, razón por la cual los operadores físicos tienen cierta ventaja. Quiero aclarar que eso no significa que no puedan participar de nuestro mercado las grandes páginas internacionales, pero tendrán que ser empresas responsables, que vengan con alguna certificación de un operador de otro país donde ya operen juego, y que puedan demostrar que han cumplido con todos los requisitos necesarios, que pagan los premios, que no se han visto involucrados en casos de lavado de dinero”.
“Estamos muy entusiasmados. Panamá es un atractivo hacia la industria de los juegos de azar, y específicamente las apuestas en línea, ya que tenemos un sector bancario fortalecido, tenemos al dólar como moneda, una posición geográfica privilegiada y un pueblo al que le gusta jugar, porque el panameño culturalmente juega”, completó Manuel Sánchez.
En relación a las plataformas de pago, explicó: “Tenemos el mismo problema que tienen todos los operadores de casinos a nivel mundial, y es el tema de la plataforma bancaria. En Panamá hay bancos que permiten las aperturas de cuentas, pero la inmensa mayoría no lo hace lamentablemente, y eso es un gran trabajo que estamos haciendo como Gobierno”.
“Nos hemos acercado a diversas juntas directivas de los bancos: he ido yo mismo a hablar con los miembros de las cajas de ahorro, conversé con gerentes del Banco Nacional para la apertura de cuentas de casinos físicos, y se ha logrado ese objetivo, pero con la llegada el tema online hay que explicar nuevamente las reglas de juego a los bancos, el por qué es necesario aperturar la cuenta, y qué beneficios trae el hecho de conocer al jugador, porque al regular el juego en línea y sacar al ilegal de Panamá, estamos combatiendo directamente el lavado de dinero”, finalizó el titular de la JCJ.