El camino elegido por el Gobierno brasileño es el de reglamentar la norma tal como fue aprobada e implementar cambios a través de un decreto que finalmente regule las apuestas deportivas online con cuotas fijas en Brasil. El plazo que se fijó para lograrlo es marzo. De cumplirse, el mercado estaría operativo a fines de este año.
Lo anterior se desprende de una entrevista que Waldir Marques, subsecretario de Premios y Sorteos de la Secretaría de Evaluación de Políticas Públicas, Planificación, Energía y Lotería (SECAP) del Ministerio de Economía, concedió a Valor Econômico, el periódico financiero del Grupo Globo.
El funcionario explicó que la demora en el proceso de reglamentación se debe a que el equipo técnico dedicó el 2019 a estudiar el funcionamiento de las apuestas deportivas de cuota fija en el exterior y a realizar consultas públicas. El objetivo es crear un marco atractivo para que las grandes empresas internacionales del sector del juego —con sede en Reino Unido, Italia, Estados Unidos, Grecia, Portugal y Dinamarca— decidan ingresar al nuevo mercado regulado brasileño, ya sea a través del patrocinio de clubes o de la operación de apuestas a través de medios físicos u online.
El nuevo decreto, que está siendo evaluado por el Fiscal General del Tesoro Nacional, establecería una garantía de más de 6 millones de reales (US$ 1.464.170). El subsecretario se negó a divulgar las proyecciones sobre la recaudación.
Waldir Marques durante su participación en la OGS de Clarion.
Una de las principales críticas a la ley está vinculada a la carga tributaria: los operadores internacionales consideran a los aportes sociales como un impuesto adicional y señalan que reducen el atractivo del negocio. Marques por su parte contestó que en Portugal esta tasa llega al 65%, mientras que en Brasil la tasa de impuestos y aportes sociales corresponderá al 35% de las ganancias, similar a lo que sucede en Gracia y Francia.
Las autoridades también están trabajando en la elaboración de un segundo decreto para implementar un cambio en las apuestas en carreras de caballos, e incorporar el llamado sweepstake (los apostadores eligen a un caballo y pagan una pequeña cantidad de dinero, quien eligió al caballo ganador recibe lo pagado por todos los demás).
Este segundo nuevo decreto debería simplificar las reglas para la operación de los jockey clubes, que reducirán los costos con la eliminación de intermediarios como la Caixa Econômica Federal. Además, podrán tener puntos de venta distribuidos en todo el país, publicitar y comercializar los juegos en línea.