Desde 2005, cuando nació la nueva ley que regula a la industria del juego, que los representantes de Coquimbo, Iquique, Arica, Viña del Mar, Pucón, Puerto Varas y Puerto Natales trabajan para no perder las licencias que les permiten operar los casinos que desde hace varias decenas de años -80 en el caso de Viña del Mar- tienen concesionados por ley.
Según la ley, los casinos municipales deberán comenzar a regirse por la nueva normativa a partir de 2015. Eso incluye perder una serie de beneficios, llamar a una licitación y que los municipios afectados pierdan parte importante de sus ingresos. La alcaldesa de Pucón, Edita Mancilla señaló que el casino le deja $ 1.600 millones (U$S 3.200.000) anuales, que representan un 35% de su presupuesto total, y bajo la nueva normativa sólo un 20% de los ingresos que genere el casino se repartirán entre el gobierno regional y la municipalidad.
Hace un tiempo que los alcaldes están pidiendo una audiencia con el Presidente Sebastián Piñera sin éxito. Eso sí, esta semana esperan reunirse por primera vez con el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, gracias a las gestiones y ayuda de algunos parlamentarios. Aunque la alcaldesa de Viña, Virginia Reginato, espera que sea el mandatario quien los reciba para pedir una prórroga de 15 años de las licencias para analizar mejor los alcances de la ley.
En la Ciudad Jardín, el 40% de los ingresos municipales provienen de esta fuente -más de $ 20.000 millones (U$S 40.000.000), y quedarían con $ 5.000 millones (U$S 10.000.000)- y Puerto Natales recibe al año cerca de $ 400 millones (U$S 800.000), y con el nuevo sistema esa cifra se reduciría a $ 125 millones (U$S 250.000).