“Creo que esa discusión debe ser realizada pro el Congreso Nacional. No tengo una posición cerrada sobre el asunto. En tanto bingo sea sinónimo, como ha sido hasta ahora, de ilegalidad e irregularidades, parece que la medida correcta es no permitir que funcionen”, dijo, luego de participar de la reunión del Consejo de Desarrollo Económico y Social (CDES), en la Casa de Gobierno.
Más de diez mil trabajadores de bingos protestaron el pasado miércoles, en Brasilia, para pedir la legalización de las salas de juego. El presidente de la Cámara de Diputados, Arlindo Chinaglia, afirmó que va a discutir el tema con los líderes de la Casa.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva también pidió una definición de los parlamentarios sobre la regulación de los bingos, para evitar, según él, “la industria de los amparos”, concedidos por la Justicia para autorizar temporalmente el funcionamiento de los bingos en tanto no haya una decisión definitiva.