Los trabajadores lamentaron ser "el único sector que no aparece en ninguna de las cuatro fases de desescalada previstas por el Gobierno", siendo la única actividad diurna que aún no tiene una fecha de apertura, según un comunicado de este martes.
El portavoz del colectivo, Victor Duce, destacó que el hecho de que el juego haya podido reabrir en otras comunidades autónomas y no en Cataluña muestra que "no es una medida sanitaria contra el COVID-19, sino una actuación discriminatoria contra el sector".
Duce agregó que el sector es el único que puede garantizar el seguimiento y trazabilidad de los clientes, ya que el registro de entrada es obligatorio.
El sector del juego catalán ocupa a 8.000 profesionales, además de contar con 28.000 puestos de trabajo indirectos, y desembolsa más de 225 millones de euros en impuestos, según la asociación.