El IPJyC de Mendoza anunció que cerraron agencias de loterías tras detectar en un relevamiento que había máquinas que aún estando inactivas, tenían recaudaciones de $1.000 (alrededor de US$ 17) o se reactivaban repentinamente con grandes montos, por lo que sospechan que podría estar relacionado con el juego clandestino.
El
Instituto Provincial de Juegos y Casinos de Mendoza reforzó en el último tiempo su sistema de control de las loterías y
detectó que había máquinas que estaban inactivas, pero que sin embargo tenían recaudaciones de $1.000 o se reactivaban repentinamente con grandes montos. Por este motivo, y con la sospecha de que los salones ofrecían juego ilegal, la entidad decidió proceder al cierre de numerosas agencias y reubicar las máquinas
en zonas en las que no existen bocas de juego legal, con la intención de ponerle freno al juego clandestino.
"Con el relevamiento que llevamos a cabo detectamos que habían subagencias que tenían la máquina apagada, otras cuya recaudación mensual era de $1.000 (alrededor de US$ 17) con lo que no podrían pagar ni siquiera la electricidad del local y otras en las que repentinamente se reactivaba la recaudación con altas sumas", precisó la titular de la entidad, Josefina Canale.
Además, agregó: "Antes se abrían agencias de acuerdo a la oferta y con esa lógica quedaban zonas descubiertas. Ahora, lo más inteligente que puede hacer el Estado para hacerle competencia al juego clandestino es abrir en zonas estratégicas de manera de darle mayor cobertura a la apuesta legal".
Para concluir, Canale explicó que si bien tiempo atrás la recaudación estaba estancada, los datos obtenidos por el Instituto revelan que las apuestas de quiniela han crecido por encima de la inflación. "No es que haya crecido la cantidad de jugadores, hay confianza en la apuesta oficial porque se cumple con el pago", agregó.