La Asociación Internacional de Desarrolladores de Juegos (IGDA, en sus siglas en inglés)
instó a que las empresas regulen el uso de las cajas de botín dentro de los videojuegos y expliquen a los consumidores el funcionamiento de los productos de compra integrada antes de que los gobiernos desarrollen leyes restrictivas con su uso al relacionarlos con el juego por su factor de azar.
La asociación presentó una iniciativa a través de un comunicado de prensa publicado en su página web oficial, donde explica las medidas que creen convenientes realizar para poder informar sobre las cajas de botín.
En ese sentido, la directora ejecutiva, Jennifer MacLean, considera que la industria y la comunidad de los videojuegos debe actuar "inmediatamente" e informar "para que los consumidores, y especialmente los padres, entiendan qué hay en los juegos a los que juegan ellos o sus hijos".
Las cajas de botín, o loot boxes en inglés, son productos ligados a un juego que se compran por medio de microtransacciones dentro de éste. Los “cofres” contienen una variedad de recompensas o elementos distintos que el usuario obtiene de forma aleatoria después de la compra. Y es precisamente este componente de azar el que preocupa a algunos gobiernos.
La directora ejecutiva de la IGDA indica que al realizar una compra con dinero real de un objeto desconocido se corre el riesgo de "activar las leyes de juego" que muchas veces "no son claras", según declaraciones publicadas por Portaltic. Por ello, advierte que si la industria no autorregula el uso de las cajas de botín, los gobiernos de distintos países podrían encargarse de esa tarea y crear "leyes significativamente restrictivas" que impactarían en este tipo de recompensas.
"Abordar cómo se usan las cajas de botín es lo correcto y lo más inteligente que la industria de desarrollo de juegos global puede hacer", sostiene MacLean, en especial en juegos destinados a niños. También destaca "la naturaleza inmersiva" de los juegos, que requiere de un mayor control, preocupación y regulación que en otros campos.
En ese sentido, MacLean comparte los pasos a seguir para regular las cajas de botín dentro de los videojuegos, entre los que se encuentran "armar un compromiso de la industria para no comercializar cajas de botín para niños", o lanzar campañas educativas que sirvan para concienciar a los progenitores de los controles parentales disponibles, y que con ello se establezca una forma adecuada de jugar.
Asimismo, la IGDA también apela a revelar de forma clara las probabilidades que tienen de aparecer las diferentes recompensas posibles dentro de una caja de botín, algo que, por
ejemplo, en China es obligatorio por ley.
Esta medida está motivada por la decisión del presidente de la Comisión General de
Comercio de Estados Unidos (FTC, en inglés), Joseph Simons, quien aseguró el martes pasado en el Subcomité de Comercio del Senado sobre Protección al Consumidor que investigaría las cajas de botín para asegurarse de que los niños están protegidos, y del conocimiento de los padres sobre estas recompensas, según publicó el semanario Variety.
La iniciativa procede de la senadora estadounidense Maggie Hassan, quien pidió a principios de año a la Entertainment Software Rating Board -ESRB, el sistema de clasificación por edad de los juegos- que realizara investigaciones sobre las loot boxes, sus porcentajes de aparición, su comercialización y el funcionamiento de las microtransacciones, así como el alcance y el impacto de estos productos dentro de los juegos.
En declaraciones a Variety, Hassan consideró que "la FTC tiene la responsabilidad de examinar este tema", y el martes en el Subcomité de Comercio del Senado expresó que la FCT debía "garantizar que los niños estén protegidos adecuadamente y educar a los padres sobre la posible adicción u otros impactos negativos de estos juegos". Los cofres representarán 50 mil millones para la industria del videojuego en 2022, según investigaciones a las que alude Hassan.
En Europa, algunos gobiernos ya comenzaron a investigar las cajas de botín y su relación con las legislaciones de juegos de azar. La Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) española, junto a organizaciones similares pertenecientes a otros 15 países europeos, enviaron una carta en septiembre en la que se denunciaban las cajas de botín al considerarlas similares a las apuestas online, escrito que se discutió durante el Foro Europeo de Reguladores del Juego de 2018 celebrado en Praga (República Checa).