Alejandro Navarro, parlamentario precursor del proyecto, señaló que un estudio de la Superintendencia de Casinos y Juegos, realizado por la Universidad Católica en 87 comunas en 2016 demostró que en Chile habría más de 33 mil máquinas en operación ilegal.
“Ese estudio se aplicó en tres mil locales comerciales que tienen patente municipal, de los cuales 1.327 tienen máquinas que entregan premios en dinero, es decir, que son de azar, por lo que de acuerdo a la normativa vigente sólo podrían estar en los establecimientos habilitados”, agregó.
Según quienes apoyan la medida, estas máquinas significaron la intromisión en su regulación, de contraloría, superintendencias, municipios y tribunales, con un alto costo en recursos del Estado. Lo cual, sin embargo, no impidió que sigan proliferando en calles y barrios del país.
El proyecto, contemplado en el Boletín Nº 10.811, busca prohibir el funcionamiento de las máquinas tragamonedas o de azar fuera de los locales que están permitidos por la ley de casinos Nº 19.995, y apoya al mismo tiempo a los dueños de estos locales con programas de reconversión.
“La idea es que los trabajadores puedan optar de forma preferente a los programas de capacitación dentro de la oferta programática del Estado. Al mismo tiempo, y con cargo a la ley de presupuesto, se busca la compra, readecuación y redestinación de estas máquinas con fines pedagógicos, recreativos o de capacitación profesional”, explicó Navarro.
Este proyecto de ley se suma a otro que también avanza en el Parlamento y que prohibiría el ingreso a las salas de juego, o permanencia en ellas, de las personas que hayan solicitado voluntariamente esta prohibición, o respecto de las cuales exista resolución judicial firme en el mismo sentido.