La Ley Federal de Juegos y Sorteos, que es la legislación de mayor nivel a la que se debe apegar y observar la industria legalmente establecida en México, data del 31 de diciembre de 1947. La norma consta de 17 artículos.
Durante muchos años, fue la única legislación observable en nuestra materia. Recién el 17 de septiembre del 2004 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos.
El 19 de octubre del 2012 y el 23 de octubre del 2013, se reformó el Reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos, cuyas principales innovaciones fueron tendientes a modernizar la normatividad hasta entonces vigente.
Desde mi punto de vista, estas nuevas disipaciones agudizan la discrecionalidad que otorga la Ley a la Secretaría de Gobernación (SEGOB): la utilización de vocablos como "podrá" ahora es más frecuente.
Estas reformas incluyeron el requisito de fabricación nacional o importación legal de las máquinas. Preocupa la redacción de la fracción III del Artículo 137 Bis: "con las especificaciones que determine la Secretaría".
El nuevo proyecto de Ley Federal de Juegos con Apuesta y Sorteos fue turnado por la Cámara de Diputados a la Cámara de Senadores en noviembre del 2014. Actualmente, está en espera de ser turnado para su discusión a la Comisión de Gobernación de la Cámara de Senadores.
Las principales características de este proyecto de Ley son las siguientes:
Según mi opinión los puntos que deben ser sujetos a debate, son los siguientes:
Actualmente, el proyecto de Ley Federal de Juegos con Apuesta y Sorteos se encuentra sin que haya sido turnada para su discusión al Pleno de la Cámara de Senadores. La normatividad aplicable a la actividad de juegos y sorteos en México no va a la par con los avances tecnológicos, así como con la realidad económica, cultural y social actual del país.
El sector de juegos y sorteos en México puede ser un detonante de la actividad económica, al ser una industria generadora de empleos bien pagados y contribuir al erario público mediante el pago de impuestos. Sin embargo, para ello es necesario que la normatividad este más actualizada y permita un desarrollo pleno de su potencial, al estar debidamente regulada y se permita su operación.
Urge que los legisladores turnen el proyecto para su discusión y posteriormente su aprobación. Es de vital importancia tener un marco regulatorio claro que permita su existencia legal y desarrollo.