“Sí, es verdad, el día de hoy nosotros calculamos que hay el cuatro por ciento de los jugadores del país, ya son ludópatas es cierto, sí lo reconocemos, y en la Secretaría de Salud no había un área de atención, hoy estamos trabajando con ellos para que haya para ellos un área de ludópatas para que haya un área como de Alcohólicos Anónimos, para los ludópatas”, señaló la directora de juegos y sorteos, Marcela González Salas.
Pero además, habrá que sumar a esta cifra a miles de niños y jóvenes que juegan en donde operan cerca de 120 mil máquinas tragamonedas ilegales distribuidas en farmacias, tiendas o plazas comerciales.
Por ello, las autoridades prometen tomar cartas en el asunto, con una nueva Ley de Juegos y Sorteos que saldrá antes de que termine el año, y por lo pronto, con el programa de localización y decomiso de máquinas ilegales.
“Estas máquinas tragamonedas se encuentran prohibidas por la normatividad de juegos y sorteos, son una fuente corrupción de menores y su uso no es un juego, es una adicción que abre la puerta a la delincuencia, sabemos que su aparición se incrementó en el país a partir de su prohibición en los países como Rusia, Brasil y Venezuela”, indicó.
Se calcula que estas máquinas aportan unos 600 millones de pesos a la semana a la delincuencia organizada, por ello, ponen piden poder atención en sus características para no confundirlas con las máquinas de videojuegos.
Tienen las siguientes características:
Por lo que además de los operativos de localización que ya realizan la Segob y PGR, se pide a la ciudadanía que denuncie la presencia de éstas máquinas.