“Si no lo hacen tendríamos que hacer grandes devoluciones y perderíamos dinero”, dijeron los vendedores de lotería.
Ramos, por su lado, dice que la práctica será erradicada y pidió paciencia a los billeteros mientras se estudia una fórmula para incrementar los premios que paga la LNB, sin afectar los costos a los compradores.
Pero hay un detalle adicional; dentro del negocio de venta de billetes están los acaparadores, a los que también Ramos les tiene el ojo puesto.