Se celebrarán carreras durante 40 días, que concluyen el 2 de febrero. Las autoridades normativas estatales todavía tienen que aprobar las fechas de las carreras pero la autorización es muy probable porque sólo depende de que el parque demuestre que puede cumplir normas básicas de seguridad.
Este año los legisladores estatales despejaron el camino para el renacimiento del parque al permitir que instale máquinas tragamonedas después de celebrar carreras durante dos años. El parque está resolviendo esa exigencia rápidamente con una temporada de carreras de 20 días en noviembre y diciembre y otra temporada inmediatamente después en enero y febrero.
El derecho legal de Hialeah a las máquinas tragamonedas está vinculado a las negociaciones entre los seminoles y la Florida, pero el dueño del hipódromo, John Brunetti, está confiado en que incluso si las conversaciones fracasan los legisladores no rescindirán la cláusula de las máquinas tragamonedas incluida en el proyecto de ley sobre el acuerdo.
La restauración completa del Hialeah Park -un monumento histórico nacional- podría demorar años y costar U$S 100 millones o más. Por ahora, Brunetti está concentrado en las reparaciones básicas necesarias para las carreras de noviembre. Hay que hacer trabajos de plomería y aire acondicionado, así como mejoras para permitir el acceso de minusválidos y la construcción de establos temporales.
“Hace falta mucho trabajo y muchas horas extra”, dijo Brunetti. “Pero estamos haciendo el mayor esfuerzo posible”.
Aunque la casa club se utilizará, otras partes de la instalación permanecerán cerradas por ahora. El público, en su mayor parte, se acomodará en tiendas de campaña, como hizo el Gulfstream Park de Hallandale Beach hace algunos años cuando celebró carreras en medio de obras de construcción.
El Hialeah Park -que durante un tiempo pareció destinado a la demolición- será el primer hipódromo que reviva este tipo de carreras en el estado.