El 2025 fue un año de retos para la industria del juego en Colombia, dados los cambios regulatorios que impusieron de manera temporal el IVA del 19% al juego online, como apoyo a la emergencia que se presentó en el Catatumbo a comienzos de la vigencia.
Esto, si bien trajo un momento de incertidumbre, también convocó a los gremios a un trabajo para dar a conocer los asuntos técnicos del sector. Evert Montero Cárdenas, presidente de la Federación Colombiana de Empresarios de Juegos de Suerte y Azar, Fecoljuegos, dialogó en exclusiva con Yogonet y explicó a detalle cómo se dio ese esfuerzo, en qué manera ha aportado para la industria, así como también los retos que vienen para el 2026.
¿Qué balance puede hacer de lo que fue para Fecoljuegos el 2025?
El año 2025 estuvo marcado por uno de los esfuerzos más intensos y determinantes en materia de lobby técnico, interlocución institucional y defensa estratégica del sector por parte de Fecoljuegos.
Desde comienzos del año, el gremio debió enfrentar la enorme afectación causada por la inclusión del IVA del 19% sobre los depósitos, una medida regresiva, técnicamente inaplicable y profundamente nociva para la sostenibilidad de la industria.
Reunión con congresistas de Fecoljuegos
Fecoljuegos sostuvo un trabajo permanente y riguroso con el Gobierno Nacional, ministerios, DIAN, Coljuegos, congresistas, órganos legislativos, centros de estudio, medios de comunicación y opinión pública, demostrando con cifras, modelos y evidencia el impacto devastador que esta medida genera tanto para los operadores como para los recursos de la salud y la lucha contra el juego ilegal.
Paralelamente, se logró un resultado fundamental que era preservar el esquema actual de cobro para las operaciones localizadas, evitando que prosperara la intención del Gobierno de imponer un aumento sustancial de los derechos de explotación, incremento que habría hecho inviable el negocio formal y habría destruido la operación de los juegos localizados. Esta defensa técnica, firme y responsable fue uno de los mayores logros gremiales del año.
Desde el ámbito jurídico y regulatorio, Fecoljuegos enfrentó con disciplina y precisión los principales riesgos derivados de proyectos legislativos, decretos y propuestas fiscales que ponían en riesgo la estabilidad operativa del sector. Se radicaron análisis técnicos, conceptos especializados y documentos con sustento económico y jurídico que permitieron contener medidas lesivas y abrir espacios de diálogo más informado y responsable con el Estado. El acompañamiento a operadores en procesos puntuales, así como la defensa gremial colectiva, consolidó la credibilidad técnica del gremio.
En el componente administrativo e institucional, se fortaleció la capacidad interna del gremio mediante procesos más eficientes de seguimiento normativo, articulación de los comités jurídico, financiero, contable, juego responsable y tecnológico. Esto permitió una gestión más ágil, más transparente y conectada con las necesidades reales del sector.
En materia comunicacional, Fecoljuegos desplegó una estrategia sólida para contrarrestar desinformación, posicionar el aporte económico y social de la industria, explicar la realidad de la carga tributaria efectiva y resaltar el compromiso del sector con el juego responsable. La presencia constante en medios, la vocería técnica y las campañas pedagógicas permitieron que la narrativa del juego legal recuperara terreno frente a estigmas y prejuicios.
El año también se destacó por un avance significativo en capacitación y fortalecimiento empresarial, con programas dirigidos a operadores, equipos directivos, colaboradores y socios estratégicos, orientados a regulación, cumplimiento, prevención de riesgos, innovación, tendencias internacionales y mejores prácticas.
Si bien 2025 estuvo atravesado por riesgos y afectaciones importantes, como incertidumbre regulatoria, presiones fiscales, expansión del juego ilegal y tensiones con algunas entidades del Estado, estos retos reforzaron la necesidad de una regulación más técnica, una fiscalidad más eficiente y un sistema de control más equilibrado y moderno.
A pesar de las dificultades, los logros fueron de gran impacto, se obtuvo una consolidación de una postura gremial unificada, defensa exitosa frente a iniciativas que habrían puesto en riesgo la viabilidad de la industria, fortalecimiento de la interlocución con el Gobierno y el Congreso, crecimiento reputacional del sector regulado y posicionamiento internacional del gremio. La creación e impulso de FIJA, además, abrió un nuevo capítulo para la articulación regional y la cooperación internacional.
En conclusión, 2025 fue un año de desafíos profundos, pero también de victorias estratégicas que confirman la solidez técnica, el liderazgo y el compromiso de Fecoljuegos con Colombia, con la legalidad y con el fortalecimiento de una industria responsable, sostenible y competitiva.
¿Qué noticia o evento de la industria del juego le parece la más importante del año que se termina y por qué?
Sin duda, la noticia más importante para la industria del juego online es la imposición del IVA del 19% a los depósitos de los jugadores. Este hecho marcó un antes y un después para todo el sector, no solo por el impacto económico inmediato en la operación, sino por las profundas afectaciones estructurales que genera en la actividad, en la sostenibilidad del modelo regulado y en el equilibrio competitivo frente a la ilegalidad.
La decisión del Gobierno de gravar el depósito, y no el valor agregado real que genera la operación, constituye un cambio regresivo y técnicamente equivocado, que desconoce la naturaleza económica del juego online. Su aplicación incrementa artificialmente la carga tributaria efectiva a niveles que hacen inviable la operación formal y ponen en riesgo la permanencia de las empresas que cumplen con la ley, pagan derechos de explotación, generan empleo y aportan recursos fundamentales para la salud de los colombianos.
Aún más preocupante es la consecuencia directa que es el fortalecimiento acelerado de la ilegalidad. Al encarecer de manera desproporcionada la actividad formal, se empuja a los jugadores hacia plataformas ilegales que no pagan impuestos, no aportan a la salud, no cumplen estándares técnicos y generan un riesgo real para los consumidores. Es una medida que, en lugar de proteger el monopolio rentístico, lo debilita. En lugar de ampliar la base de recursos para el país, la reduce. En lugar de incentivar el control, abre la puerta a un crecimiento desbordado de las operaciones no autorizadas.
Por esa razón, esta noticia se convirtió en el eje de las alertas, las acciones gremiales, el trabajo técnico y el debate nacional, porque no es un tema sectorial, es un tema de política pública. Porque no solo afecta a las empresas, sino al Estado, a la salud y a los colombianos. Y porque demuestra la necesidad de construir un modelo tributario moderno, proporcional y sostenible que combata la ilegalidad, no que la premie.
Evert Montero, en argumentación técnica sobre el sector
¿Qué expectativas tiene la Federación de cara al 2026?
De cara al 2026, en Fecoljuegos mantenemos expectativas claras y firmes frente a los grandes retos que enfrentará nuestra industria. El país entrará en una coyuntura política marcada por el cambio de gobierno, un escenario que exige de nosotros vigilancia permanente y una labor pedagógica rigurosa para capacitar, informar y acompañar a las nuevas autoridades sobre el funcionamiento técnico, financiero y operativo del sector.
Persisten riesgos derivados del desconocimiento que aún existe sobre nuestro modelo de negocio y sobre la relevancia que tiene esta actividad para la economía, la inversión y los recursos que recibe el sistema de salud. Por ello, nuestro trabajo será garantizar que las decisiones que se adopten se basen en datos, evidencia y criterios de racionalidad económica.
El 2026 también estará enmarcado por el debate de una nueva reforma tributaria. Desde Fecoljuegos esperamos que esta discusión se dé con profundidad técnica y con un entendimiento claro de que la industria requiere una tributación justa, adecuada y sostenible. Nuestra expectativa es que el país avance hacia una estructura fiscal coherente con las dinámicas de los juegos online y localizados, evitando cargas excesivas que pongan en riesgo la formalidad, la inversión y la estabilidad del negocio.
Asimismo, confiamos en que el 2026 sea el año en el que se consolide una visión moderna y fundamentada del sector, en la que se reconozca la importancia de fortalecerlo, aclarar su funcionamiento y garantizar reglas claras a quienes operan de manera legal. Esta industria, que genera empleo, tecnología, innovación y recursos esenciales para la salud, necesita condiciones que le permitan mantenerse en el tiempo y seguir creciendo.
De igual forma, esperamos avances contundentes y coordinados en la lucha contra la ilegalidad. El combate frontal a las plataformas no autorizadas y a la operación clandestina en establecimientos físicos debe convertirse en una prioridad de Estado. Sin una acción decidida contra la ilegalidad no es posible hablar de equilibrio competitivo, protección al consumidor ni crecimiento legítimo del sector.
Finalmente, desde FecolJuegos aspiramos a que el nuevo Gobierno y las autoridades legislativas y regulatorias reconozcan la importancia de garantizar seguridad jurídica, estabilidad financiera y un marco regulatorio moderno. Nuestro objetivo para 2026 es claro, seguir construyendo una industria sólida, formal, transparente y competitiva, que continúe aportando al país y que cuente con las condiciones necesarias para desarrollarse plenamente y enfrentar los desafíos que vienen con responsabilidad y visión de futuro.
¿Cuál sería la fórmula para encontrar un equilibrio entre la imposición del IVA al juego y la sostenibilidad de la industria y las transferencias al sector salud?
El juego regulado no es una fuente infinita de recaudo, sino una industria con altas inversiones tecnológicas, estructuras de costos complejas y márgenes reales y limitados.
Ese equilibrio solo es posible sobre la base de cifras reales y no distorsionadas, cifras que reflejen con precisión los ingresos efectivos de los operadores y el funcionamiento económico del sector. La política pública debe partir de datos verificados y no de percepciones sobre un recaudo potencial que no existe en la realidad del negocio.
Por eso, imponer IVA sobre una base que no constituye ingreso, como los depósitos en los juegos online, desfigura el modelo económico, desconoce la estructura del margen real y expone la operación legal a un riesgo elevado frente a la competencia ilegal.
Desde FecolJuegos, los empresarios siempre han estado abiertos y han manifestado su plena disposición para construir, junto con el Gobierno, un verdadero indicador de sostenibilidad, un parámetro técnico, transparente y verificable, que permita definir una tributación justa, equilibrada y viable, basada en los ingresos reales y no en montos que nunca llegan a ser recursos del operador.
Ese indicador debe asegurar un gana-gana para el Estado y para la industria, reconociendo la capacidad económica real, las inversiones necesarias y la continuidad de la operación en el tiempo.
También es fundamental aclarar un punto que ha generado interpretaciones equivocadas y es que, el sector de juegos de suerte y azar sí contribuye tributariamente al Estado, pero lo hace a través de un esquema especial definido por la Ley 643, donde las transferencias al sistema de salud son la principal carga fiscal. El hecho de que estas transferencias no pasen por el IVA administrado por la DIAN no significa que el sector no contribuya; significa que su contribución se da por un régimen propio, expresamente diseñado por el legislador.
La verdadera fórmula, entonces, consiste en avanzar hacia un modelo que grave márgenes y capacidades económicas reales, que respete la naturaleza del negocio, que preserve la sostenibilidad empresarial, que garantice las transferencias para la salud y que fortalezca la lucha contra la ilegalidad. Esa es la discusión técnica, seria y responsable que seguiremos impulsando en el Congreso en 2026.