Michael Gauselmann cumple 70 años y reafirma su liderazgo en la evolución del Grupo Merkur

En Espelkamp, la frase “todo lo que hago, lo hago con gran pasión” resume la trayectoria de Michael Gauselmann, quien acaba de cumplir 70 años y hoy preside el Consejo de Supervisión del Grupo Merkur y el Directorio de la Fundación Familiar Gauselmann.

Su recorrido refleja siete décadas marcadas por la innovación, la visión empresarial y una relación profundamente arraigada con la industria del entretenimiento y el juego. Nacido el 28 de noviembre de 1955, segundo hijo del fundador Paul Gauselmann, Michael creció rodeado del mundo de las máquinas recreativas.

Desde los 13 años trabajó en distintas áreas de la empresa familiar durante cada periodo de vacaciones, experiencia que combinó con un temprano entendimiento de procesos, operaciones y cifras.

Más tarde, estudió Administración de Empresas en la Universidad de Hamburgo, con especialización en informática, estadística y marketing, una base que impulsaría su rol como motor de innovación dentro del Grupo.

Una carrera marcada por la expansión y la internacionalización

Su llegada formal al negocio se produjo a inicios de los años 80, primero como asistente ejecutivo en Nova-Apparate y, luego, como gerente comercial en Franken-Automaten Südvertrieb, ya integrada al entonces Grupo Gauselmann.

A partir de allí, su crecimiento fue constante: entre 1984 y 1986 fue gerente comercial de adp Merkur y CFO del conglomerado; y hasta 1992 dirigió la antigua Merkur Spielothek —actual Merkur Operations— en plena fase expansiva, alcanzando unas 250 salas de juego en Alemania.

Sin embargo, sería en el plano internacional donde su sello quedaría más evidente. Fiel a su autodefinición de “diseñador de juegos de corazón”, lideró adquisiciones clave como Atronic, transformada en una unidad estratégica para el desarrollo de máquinas de casino, y Bell-Fruit Games en el Reino Unido.

También impulsó la creación de Stella Electronic para fortalecer la presencia en Europa. Su visión y apuesta por la innovación fueron determinantes en la internacionalización del Grupo Merkur.

Del liderazgo operativo a la conducción estratégica

Entre 1994 y 2004 ejerció como vicepresidente del Comité Ejecutivo de Gauselmann AG. Luego compartió con su padre, el rol de portavoz del Comité Ejecutivo hasta la constitución de la Fundación Familiar Gauselmann, donde ambos continuaron delineando el rumbo de la compañía: él enfocado en el negocio internacional y Paul Gauselmann en las operaciones domésticas.

Paralelamente, cultivó intereses personales que ampliaron su perspectiva: obtuvo su licencia de piloto, desarrolló afición por la caza y hoy vive en Graz, Austria, donde también colabora con iniciativas de conservación de vida silvestre.

En 2016 ingresó al Consejo Asesor de la Fundación Familiar Gauselmann. Y desde octubre de 2024, tras el retiro de su padre, asumió como presidente del Consejo de Supervisión del Grupo Merkur y del Directorio de la Fundación Familiar Gauselmann.

En su visión actual, su rol es el de motivador, supervisor y asesor, levantando el protagonismo de la marca Merkur, del Comité Ejecutivo y de los equipos.

Un liderazgo que busca fortalecer la cultura corporativa

Gauselmann asegura que quiere un Comité Ejecutivo formado por personalidades fuertes “que no digan simplemente ‘sí, señor Gauselmann’”, y subraya que el Grupo cuenta con “oportunidades incontables” como proveedor global de entretenimiento.

Uno de sus objetivos centrales es reforzar el orgullo interno entre los colaboradores: “Creamos entretenimiento, y eso es motivo de orgullo”, sostiene.

Con la mirada puesta en el futuro, ya se ha trazado un límite temporal para su retiro: a los 75 años dejará sus funciones. Hasta entonces, planea seguir acompañando activamente la evolución del Grupo Merkur como un actor internacional moderno y competitivo dentro del sector del juego y el entretenimiento.