La Fiscalía General del Estado de México secuestró 19 máquinas tragamonedas en cuatro operativos en la Zona Norte de la ciudad de Tijuana, a los cuales se llegó mediante denuncias anónimas de los ciudadanos que involucraron a menores de edad en los establecimientos.
Los operativos fueron aprobados por las autoridades judiciales tras que personal personal del Ministerio Público de la Unidad Especial de Inteligencia y Ataque a la Corrupción de Menores presentara las pruebas y lo solicitara.
Dos de los golpes fueron en distintos inmuebles de la calle Coahuila, de donde se llevaron cuatro y cinco tragaperras, la misma cantidad que el siguiente par de acciones que tuvieron lugar en la avenida Revolución y en otro local en la arteria Baja California.
La situación fronteriza con Estados Unidos de la ciudad de Tijuana la pone, al igual que Mexicali, en una zona de conflictividad permanente, ya sea por contrabando, inmigración ilegal o tráfico de drogas. Entre las presunciones judiciales, estas actividades y el juego clandestinos podrían tener un denominador en común.
El estado de Baja California es uno de los más activos en la lucha contra el juego ilegal. Durante la gestión de su gobernador Jaime Bonilla Valdez se secuestraron más de 3 mil máquinas 'mini casino', como las denominan en la región. Tal es el énfasis de esta política pública, que semanas atrás el mismo mandatario realizó un acto simbólico de destrucción de los aparatos incautados.