Los establecimientos de juego a nivel local no se vieron afectados por el decreto que clausuró bares, restaurantes y gimnasios, hace ya dos semanas. Ante las protestas de algunos colectivos contra la ludopatía, la Junta decidió la semana pasada que también debían cerrar.
Los trabajadores del sector del juego de Castilla y León, por su parte, pidieron el viernes la apertura de los establecimientos atendiendo a criterios epidemiológicos y mantener los ERTE mientras se mantengan las restricciones de movilidad, horarias y de aforo como fórmula para evitar despidos masivos, restringir la publicidad en el juego online y en las apuestas del estado y aumentar la persecución del juego clandestino.
Este colectivo denunció la “presión mediática populista, sobre todo en las redes sociales, fomentada por sectores que no han entendido que detrás de las empresas existen numerosas familias que viven de este sector, que somos clase trabajadora”.