“No queremos seguir afuera del Departamento del Trabajo para que nos den un turno y recibir ayuda. Lo que queremos es trabajar. El cierre de los casinos es injusto, nefasto y está afectando la salud física y mental de miles de puertorriqueños. También se pone en peligro a Puerto Rico como destino turístico y los ingresos que se generan para la Compañía de Turismo y la Universidad de Puerto Rico (UPR)”, declaró Ismael Vega, gerente general de Casino Metro.
Estas expresiones las realizó durante una conferencia de prensa en el hotel La Concha, en Condado, que fue convocada para expresar la preocupación del sector sobre el impacto en las finanzas de los empleados, quienes se han quedado sin ingresos para sustentar a sus familias.
“Abriríamos con pérdidas, pero lo más importante es rescatar a nuestros empleados, que quieren retomar sus trabajos. Nos cerraron sin ninguna evidencia de contagio, luego de sobrepasar los requisitos de salud impuestos. La frustración es cada día peor: permítanos trabajar, señora gobernadora”, exigió Sigfrido De Jesús, gerente general de Casino del Mar, en La Concha.
Los casinos de Puerto Rico han registrado pérdidas ascendentes a los US$ 24 millones mensuales durante el periodo de tiempo en que no han estado operando. Mientras aseguran que han invertido más de US$ 100.000 en equipos de protección para empleados y visitantes.
“Queremos que nos dejen abrir con una ocupación de entre 40% y 50% —que son los porcentajes para maximizar el número de sillas disponibles dentro de los casinos—, porque con un 25% los más pequeños se afectarían mucho. Cada casino tiene que evaluar la reapertura y la oferta... cómo les fue los 16 días que estuvieron abiertos, porque la realidad es que algunos no van a poder abrir nuevamente. No quiero ni pensar si no nos permiten abrir por unos meses más”, expresó Vega en nombre de los dieciséis casinos de Puerto Rico que permanecen cerrados por orden ejecutiva.
Durante la conferencia de prensa, algunos empleados —con diversas situaciones económicas provocadas por el cierre operacional— expresaron su malestar.
“Pedimos un trato justo porque somos una industria de entretenimiento, servicios y hospitalidad que tienen como su activo principal el recurso humano. Gobernadora, en sus manos está terminar con el sufrimiento de los empleados de los casinos, que no son el problema. Estamos pasando momentos muy difíciles”, reclamó De Jesús.
Recientemente, un grupo de empleados de los casinos de Puerto Rico se manifestó frente al Departamento del Trabajo, en Hato Rey, para exigir que se les pague la compensación del Seguro por Desempleo a la que tienen derecho, y que no han recibido.
“Me uno al reclamo de nuestros casinos, que están cerrados y nuestros empleados sin trabajo. Se cerraron del 16 de marzo hasta el 30 de junio, y se abrieron del primero de julio hasta el 16. Luego se volvieron a cerrar, y cuando los empleados nuevamente reclamaron el Seguro por Desempleo, aparecieron los puntos controvertibles y no han podido recibir sus compensaciones. Mientras, siguen (operando) las máquinas ilegales, que no aportan nada al fisco y los comerciantes están lucrando de esto”, alertó Carlos Otero, director del Casino de San Juan Marriott, en Condado.