La tramitación de la cesión directa por seis meses -con la posibilidad de prórrogas- sorprendió porque la mandataria no hizo referencia el martes a esa determinación, cuando se la consultó del futuro de los casinos en Bariloche.
Carreras insistió en una licitación porque -dijo- se busca “un proceso transparente”, incluso estimó su plazo de “tres meses o algo más”, cuando la Lotería ya había publicado -en la página oficial- el trámite de la “contratación directa de concesión del Casino Gran Bariloche y Anexos”.
El 31 de julio, ese organismo rescindió esa explotación a Entretenimientos Patagonia S.A. por incumplimientos y, desde entonces, la administración provincial quedó expuesta en una encrucijada porque debía asumir la explotación de las cuatro salas de juego.
El apuro aún no está en la operatividad, pues los casinos están cerrados, sino en las obligaciones salariales -a partir de agosto- con sus 350 trabajadores.
La celeridad se evidencia en la documentación, pero no hay precisión de la operadora y, menos aún, de las condiciones de esa contratación directa. Posiblemente, las mismas se estén negociando y, por consiguiente, el o los potenciales beneficiarios ya están bien identificados.
Las notas en el expediente de Lotería de Río Negro confirman la existencia de la autorización de la gobernadora para avanzar en “los pliegos de bases y condiciones para la próxima licitación” y, también, para la “contratación directa por el periodo que dure” ese proceso, “atento la urgencia y necesidad de continuar con la explotación de las salas que son propiedad del Estado provincial”. Así, lo plantea una misiva interna del interventor de Lotería, Luis Ayestarán para comenzar con los trámites.