En ese proceso, ahora es el turno de que las dos partes elijan el banco de inversión que va a llevar a cabo la operación de venta de Codere, que redujo su beneficio un 68% hasta septiembre, hasta 5,6 millones de euros.
Pero lejos de ceder el control de Codere a otra empresa del sector, Martínez Sampedro busca una solución para mantener la dirección del grupo. De acuerdo con las fuentes consultadas, el presidente de Codere rechazó hace diez días una oferta por la compañía de una empresa australiana. “Ofrecía 1.200 millones de euros, incluidos los más de 600 millones de euros que Codere tiene en bonos en Londres”, asegura una fuente del sector. “Pero Martínez Sampedro la rechazó”, explica. Fuentes de Codere han señalado que sobre cuestiones de los accionistas la compañía no hace comentarios, por lo que Martínez Sampedro no está dispuesto a malvender la empresa, sumada su capitalización bursátil y los bonos de Londres vale más de 1.100 millones, ni a perder el control de la gestión de la compañía familiar.
Por eso, según fuentes del sector, Martínez Sampedro está sondeando el mercado internacional en busca de un socio minoritario que quiera entrar en la compañía sin participar en la gestión.
Lo que sí está casi descartado es que la familia Franco recompre las acciones que en 2006 decidió venderle a Sampedro.
Más viable sería que Martínez Sampedro comprara todo el paquete, aunque las dificultades actuales para conseguir crédito de los bancos hacen pensar que prefiera la compañía de un socio financiero.