El acto tuvo lugar en el Palacio do Planalto, sede del Gobierno en Brasilia, y dio luz verde al nuevo sorteo, denominado Timemania, que se espera tenga una recaudación anual de 500 millones de reales (U$S 256.152.790).
Este proyecto había sido promulgado por Lula con una ley en septiembre de 2006 y define las reglas del nuevo juego de azar, que “utilizará los escudos de los equipos de fútbol de las divisiones A, B y C para las apuestas”, indicaron los portavoces de la presidencia.
De esta manera, los clubes podrán convenir cuotas “de hasta 240 meses para el pago de deudas’ con entidades públicas como la Secretaría Impositiva de Brasil (SRFB) o el Instituto Nacional de Seguro Social (INSS), entre otros.
El ministro de Deportes, Orlando Silva, dijo que la Timemania es un “marco cero” para los clubes, pues proporciona un nuevo modelo para dejar atrás el círculo vicioso que les afecta y permitiendo que retomen su capacidad de inversión, para, por ejemplo, evitar el éxodo de jugadores al exterior.
Los fondos serán administrados por la Caixa Económica Federal y la participación de los clubes es voluntaria, pero para beneficiarse del juego deberán tener una contabilidad separada para sus actividad futbolística, publicar periódicamente sus resultados financieros y ceder a la Caixa el uso de su marca.
Las deudas serán parceladas en 180 meses, y la Caixa hará directamente los reembolsos a los acreedores. La deuda total de los clubes con el Estado (por impuestos, jubilaciones y seguro social) superaba al final del año pasado los 900 millones de reales (U$S 461.075.022).