Según las cifras estadísticas, tan sólo en el primer cuatrimestre de este año las apuestas en las salas de juegos ascendieron a 272.966 dólares, en comparación con el año pasado, que fue de 237.745 dólares. De acuerdo con informes de la Dirección de Estadística y Censo de la Contraloría General de la República, estas cifras dejan entrever su variación porcentual de 14,8%, con respecto al año 2006.
La asistencia del público en los casinos de Panamá se da primordialmente por el flujo turístico de los últimos años. La tendencia se basa en los colosales establecimientos dedicados a esta actividad y su flujo hacia el interior del país. Los turistas los prefieren porque allí hay de todo, y lo bueno es que no tienen que ir tan lejos, los hoteles brindan este sitio de diversión con la mejor seguridad.
El presidente de la Asociación de Administradores de Juegos de Azar (ASAJA), Antonio Alfaro, describió el incremento en la jugada en un 14% para este año: “Si la jugada del año pasado fue de 700 millones de dólares y los premios pagados fueron de 580 millones de dólares, este año debería llegar a 800 millones de dólares”, pronosticó.
Alfaro augura que de mantenerse esa misma proporción, la puesta total estaría por el orden de los 790 millones de dólares y los premios pagados por el orden de los 620 a 630 millones de dólares.
Agrega que estas ganancias representan cuatro mil puestos de trabajo, un aporte a la economía, resultado de planillas, alquileres, energía eléctrica, etc., por el orden de los 120 millones que ingresa a la economía nacional en salario, seguro, impuesto al tesoro y derechos de operación.
Actualmente, existen 14 casinos completos a nivel nacional y 27 salas de máquinas tragamonedas tipo “A”, según informes estadísticos de la Junta de Control de Juegos del Ministerio de Economía y Finanzas.
Durante la administración del presidente Martín Torrijos se dieron dos concesiones: el Casino Mallorca en Colón y Veneto Hotel en Panamá. Hasta mayo de este año, las recaudaciones en los casinos completos fueron de 1.176.957 dólares.
Para este año no hay ninguna sala nueva, dijo Alfaro, porque no han sido autorizadas, ni se ha dado ninguna licencia de operación. Sólo el año pasado se abrió una sala, El Mayorca.
“El único que no tiene licencia y que está en espera es el Sheraton Four Point, en Marbella, Panamá, perteneciente a grupo de turcos; no obstante, está haciendo remodelaciones en sus instalaciones”, dijo.
En lo que respecta a licencias que paga por el derecho de operar, el ingreso que se obtiene son de apuestas, menos los premios pagados y, sobre el resultante, se paga el 10%. Después, se paga el impuesto sobre las ganancias como cualquier empresa, que es de 30%. “El resultante, al final, es que las empresas de juego de asar pagan un 44% del impuesto sobre sus ingresos”, finalizó Alfaro.