Bajo un cielo soleado y una suave brisa, cientos de los 3.800 empleados del casino (400 más que antes de Katrina) se alinearon frente a la entrada para la ceremonia de reapertura que incluyó comentarios del Gobernador Haley Barbour, el senador estadounidense Trent Lott y otros.
Las marcas de Katrina todavía están visibles a sólo unas cuadras de distancia de la ceremonia de inauguración, donde un grupo de personas hizo una manifestación para protestar por la falta de alojamiento a un precio razonable para familias de clase baja y media, así como otros problemas relacionados.
El Beau Rivage, de us$ 800 millones, perteneciente a MGM Mirage, sufrió un gran daño en el lobby pero no tanto como la mayoría del resto de las casas de juego en la Costa de Mississippi. Este es el séptimo casino en la costa en reabrir luego de la tormenta, y la decisión de Mississippi de permitir casinos tradicionales está atrayendo a inversiones de miles de millones de dólares. Otros tres casinos se reinaugurarán en la costa en octubre, incluyendo uno en la Bahía de St. Louis este jueves.
Dominick Gaeta, asistente del área de dirección de comidas y bebidas en Beau Rivage, dijo que la reapertura del resort es una forma de volver a la normalidad. En tanto, Mary Cracchiolo, directora de relaciones públicas del casino, dijo que el resort está concentrado en atraer a los antiguos clientes y en reservar los espacios para reuniones y convenciones del hotel.
El casino fue construido en 1999 por Steve Wynn. En 2000, Wynn vendió sus casinos a MGM Grand, el cual luego se convirtió en MGM Mirage.
En total, los casinos de este estado ganaron US$ 222,7 millones en julio, en comparación con los US$ 237,6 millones en el mismo mes el año anterior. El estado sólo permite casinos sobre la Costa del Golfo y el Río Mississippi. Los indios Choctaw en Mississippi también manejan dos casinos en la zona centro-este del estado, los cuales no están regulados ni pagan impuestos estatales.