Las observaciones a la legislación que modifica la ley número 351, del 6 de agosto de 1964, que autoriza la expedición de licencias para el establecimiento de salas de juegos de azar, fueron acogidas por el pleno del hemiciclo, pese a los ataques de varios legisladores a la proliferación de juegos. El senador César Matías (PRD-Valverde) se opuso a la aprobación de las observaciones del presidente Leonel Fernández a la citada ley, pese a que el mandatario consignó mayores controles para los juegos de azar.
Matías dijo que el Congreso no debe aprobar ninguna legislación de respaldo a los juegos, porque en el país hay más bancas de apuestas que escuelas.
La ley prohíbe que esos establecimientos sean instalados en lugares que a menos de 500 metros de escuelas, colegios, iglesias y otros centros dedicados a la superación de la persona. También prohíbe su instalación en los parajes y secciones Asimismo, dispone el incremento de los aranceles a las importaciones de tragamonedas y otras máquinas destinadas al juego de azar.
Establece que cada tragamoneda instalado en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo pague mensualmente un impuesto de RD$ 4.000 (U$S 117), de RD$ 3.500 (U$S 100) en Santiago, Puerto Plata y La Romana y de RD$ 3.000 (U$S 88) en el resto del país.
La ley también dispone sanciones de RD$ 100.000 (U$S 2.900) a RD$ 500.000 (U$S 14.600) y prisión correccional de seis meses a dos años a los propietarios y administradores de centros de juegos de azar que violen la legislación y su reglamento. Las observaciones del presidente Fernández a la indicada ley también fueron acogidas por la Cámara de Diputados.