Miguel Alonso, director del Instituto, señaló ayer que se debe destrabar legalmente la zona de Valle de Uco y alta montaña, “donde hay requerimientos para salas de juego”. El funcionario precisó que esa zona estaba trabada judicialmente debido a que en la licitación que se lanzó hace más de un año y medio las empresas que se presentaron para ganar la concesión interpusieron recursos de amparo. “Ahora estamos trabajando para poder llegar a un acuerdo y así sumar esos departamentos a la cadena de anexos de juego”, señaló.
“Todo depende de las necesidades de cada zona. Por ejemplo, en Valle de Uco se produjo un crecimiento en inversiones y turismo, por lo cual se dan las condiciones para instalar anexos importantes del Casino estatal de Mendoza”, comentó.
Estos nuevos proyectos significarían inversión cero para el Estado como ocurrió con los otros anexos que ya están funcionando, pues en la licitación a los aspirantes se les pide que provean tanto las máquinas como el local, el servicio de mantenimiento, de la gastronomía y la vigilancia.
El hipódromo
La otra perspectiva del Instituto de Juegos y Casinos es definir la situación del Hipódromo, para cuya explotación este año se presentó un solo oferente, lo cual no se concretó.
Según Alonso, “hasta el momento se ha manejado en forma transitoria, pero existe la posibilidad de que a través de reformas legales el Instituto pueda invertir dinero y hacerlo funcionar. El predio es de la Provincia, pero ahora buscaremos el traspaso de la titularidad a nombre del Instituto”.
Por su parte, el Instituto haría una inversión de aproximadamente $3 millones para mejorar las instalaciones y así traspasar la explotación deportiva del lugar a un particular.