Según Omar Chen, director general de la Lotería Nacional de Beneficencia (LNB), los jóvenes no encuentran atractivo en la lotería y sólo los mayores de 40 son clientes permanentes. "Competimos con los bingos y casinos que dan licor, cigarrillos y espectáculos gratis, pero que sus ganancias no van a los necesitados del país" declaró. Estos son dos de los retos a los que debe hacer frente la LNB
Entre las alternativas que analizan para elevar el promedio de ventas de los billetes de lotería, figura el cambio permanente del sorteo dominical, de la una a las tres de la tarde, pero para ese cambio se espera el resultado de un estudio que realiza la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP).
"Tratamos con eso de disminuir el volumen de devoluciones en ese sorteo" indicó Chen ya que cada unidad porcentual de devolución de billetes le representa al año a la LNB de tres a cuatro millones de dólares.
Otro de los cambios a ejecutar sería el traslado de los sorteos dominicales a otras sedes del interior y, por otra parte, redistribuir (pero no aumentar) el pago de los premios a los ganadores.
La LNB tiene una venta estimada de 350 millones de dólares anuales. De ese total, se paga en premios un 66%; lo demás se distribuye en gastos de operación y acciones de beneficencia.
Otro de los desafíos que no ha podido, hasta ahora, atacar efectivamente la entidad es el del chance clandestino. Para ello, funcionarios del departamento de asesoría legal trabajan en un proyecto de ley que penalizará a los que financian este ilícito. Chen señaló que hay un vacío legal en el tema del chance clandestino pues los corregidores sólo están facultados para multar con 250 dólares a quienes cometan estas faltas no tipificadas como delitos.