La votación de la ley de casinos tomó ayer ribetes de polémica. Debido a una agresiva y larga discusión entre los senadores Hernán Larraín (presidente del Senado) Jaime Naranjo, Carlos Ominami y Juan Antonio Coloma -entre otros-, el proyecto no fue votado íntegramente, contraviniendo lo acordado previamente por todos los comités, que querían despacharlo ayer. La discusión quedó pendiente cuando se discutía una norma para evitar la concentración de la propiedad de los casinos.
Pero la disputa dejó un resultado destacado: los senadores aprobaron elevar el máximo de casinos a entregar en concesión desde 15 a 24, lo que establece un rango de dos casas de juego por región, exceptuando a la Metropolitana, que no poseerá ninguna. Esta disposición fue promovida ayer por los senadores Carlos Cantero y Antonio Horvath.
Además, se eliminó la restricción que planteaba que uno y otro casino debían estar a una distancia mínima de 100 kilómetros. Hoy existen en Chile siete casinos funcionando en Arica, Iquique, Coquimbo, Viña del Mar, Pucón, Puerto Varas y Puerto Natales.
El Senado también alcanzó a aprobar la creación de una Superintendencia de Casinos, que tendrá la tarea de aprobar y revocar las licencias, como también deberá fiscalizar que cada proyecto de casino en marcha incluya un cluster (encadenamiento de desarrollo turístico) para la zona en que se ubicará.
Se espera que el proyecto, que será despachado hoy por el Senado, no tenga problemas para su ratificación en la Cámara de Diputados. La semana pasada el presidente de la Cámara Baja, Pablo Lorenzini, dijo que si el texto no llegaba con dos casinos por región -lo que se aprobó ayer- el proyecto iría a comisión mixta.
Uno de los problemas que deberán resolver ahora es sobre la constitucionalidad o no de legislar sobre concentración de propiedad de estos establecimientos. Para ello, algunos senadores consultarán la legalidad del tema ante el Ministerio del Interior.