Luis Gama: "América Latina se consolida como un foco de crecimiento para la industria de apuestas en línea"

A pesar de no ser uno de los mercados de mayor tamaño de la región, Uruguay ha tenido un 2025 muy provechoso para la industria del juego uruguaya. La reciente  creación de la Cámara Uruguaya de Operadores y Arrendadores de Servicios de Casino y Salas de Esparcimiento (CUOASEC), se destaca como un hito para el país.

En conversación exclusiva con Yogonet, Luis Gama, Secretario Ejecutivo de la entidad, nos deja su visión de lo que fue el año no solo para Uruguay sino para Latinoamérica.  

¿Qué balance puede hacer de lo que fue para el 2025 para la industria del juego?

El 2025 dejó un balance claramente marcado por tres ejes en la industria del juego: digitalización acelerada, regulación más estricta y consolidación empresarial. El juego online siguió creciendo, mientras que los operadores físicos tuvieron que reinventarse con modelos híbridos. Las regulaciones, cada vez más enfocadas en la protección del jugador y la trazabilidad, exigieron inversiones en tecnología de cumplimiento. Al mismo tiempo, el mercado vio fusiones y alianzas que buscaron escala y diversificación para competir en un entorno global altamente competitivo. En conjunto, 2025 consolidó un sector más tecnológico, responsable y orientado a la experiencia personalizada del usuario.

¿Qué noticia o evento del sector le parece la más importante del año que se termina y por qué?

Creo que la noticia más importante del 2025 es que América Latina se consolida como un foco de crecimiento para la industria de apuestas en línea, dado su rápido desarrollo y expansión del mercado digital.

Es relevante -a mi juicio- porqué esto implica un potencial económico fuerte, con aumento de consumo y oportunidades de negocios. Países como Colombia, Brasil, Perú y México destacan por su adopción del juego online regulado.

¿Qué expectativas tiene de cara al 2026 respecto al crecimiento de la actividad en su país?

Las expectativas de crecimiento para 2026 están directamente condicionadas a la aprobación de las leyes de regulación que aún permanecen pendientes y, sobre todo, al enfoque que dichas normas finalmente adopten. El tipo de regulación que se promueva será determinante para definir el ritmo de expansión, el nivel de inversión y la capacidad de innovación del sector.

Desde la Cámara, el compromiso será aportar activamente al debate legislativo para que la normativa que surja esté en sintonía con los estándares actuales del mercado, incorporando buenas prácticas internacionales, criterios claros de juego responsable, modernización tecnológica y un marco que contemple de manera equilibrada a todos los actores involucrados: operadores, usuarios, reguladores y la comunidad.

Si se logra una regulación moderna, clara y efectiva, el escenario 2026 será favorable y permitirá un crecimiento sostenido de la actividad en el país.

El año culmina con la noticia de la creación de la Cámara Uruguaya de Operadores, de la cual usted será su Secretario Ejecutivo. ¿Qué expectativas genera esto para el mercado uruguayo y cómo cree que esto puede influenciar en otros mercados de la región?

La creación de la Cámara Uruguaya de Operadores es, sin duda, una de las mejores noticias del año para el sector y abre un escenario de expectativas muy altas. La unión de todos los operadores envía un mensaje claro y contundente: el mercado uruguayo está dispuesto a trabajar con madurez, transparencia y visión estratégica.

Esta institucionalización permitirá:

• Ordenar el diálogo con el Estado y aportar propuestas sólidas para una regulación moderna y coherente.
• Elevar estándares operativos y de juego responsable, fortaleciendo la confianza del público y de los reguladores.
• Impulsar el crecimiento sostenido del sector, al ofrecer un marco estable y profesional para inversores y actores locales.

Si la Cámara logra posicionar a Uruguay como un modelo de madurez y cohesión sectorial, su impacto puede trascender fronteras y servir como un referente para otros mercados de la región que aún buscan consolidar marcos regulatorios estables y mecanismos de articulación institucional.