Si bien el nuevo presidente de la comunidad autónoma de Cataluña, Salvador Illa, no ha manifestado su oposición abierta al megaproyecto de hotel y casino de Hard Rock, le ha puesto algunos desafíos en el camino, ya que por el momento la empresa perderá las bonificaciones fiscales inicialmente previstas para los grandes casinos.
De acuerdo a los últimos planes presentados, el proyecto Hard Rock contempla la construcción de varios hoteles, un casino, espacios para entretenimiento y espectáculos, así como una avenida comercial con tiendas, y abarcaría los municipios de Salou y Vila-seca (provincia de Tarragona). El proyecto contaba con una inversión inicial de unos EUR 700 millones que podría alcanzar los EUR 2.000 millones.
Cabe recordar que, en marzo, el pleno del Parlamento de Cataluña debatió los Presupuestos de la Generalidad para 2024. El partido ERC había logrado convencer al PSC de aprobar las cuentas, pero también necesitaba el apoyo de En Comú Podem (Comunes). Este último partido ponía como condición que el gobierno renunciase al Hard Rock, mientras que el PSC apoyaba el proyecto.
Sin embargo, el pleno del Parlamento rechazó los Presupuestos de la Generalitat para 2024, con los comunes votando en contra. Debido a este bloqueo, unido a la complicada situación política de Cataluña, Pere Aragonés (ERC) convocó elecciones anticipadas para mayo.
Ahora bien, el PSC ganó las elecciones logrando solo 42 escaños, pero para que Salvador Illa fuera nombrado nuevo presidente de la Generalitat fueron necesarios los votos de ERC y Comunes en la sesión de investidura. Entre las condiciones impuestas por estos dos partidos para votar a Illa, se incluyó dar marcha atrás a las bonificaciones fiscales previstas para el Hard Rock.
Salvador Illa
Esas bonificaciones (impulsadas en 2014 por Convergència, con el apoyo de los socialistas mediante la ley sobre los Centros Recreativos Turísticos) preveían que Hard Rock solo pagaría el 10% de los impuestos que gravan la actividad del juego en Cataluña, en lugar del 55%.
Sin embargo, según el alcalde de Salou, Pere Granados, Hard Rock aún es viable. En declaraciones al periódico local Diari Mes, el edil indicó: "Los inversores no pondrán en duda este proyecto por una razón de fiscalidad, ya que hace muchos años que esperan este momento".
En 2018, la comunidad autónoma otorgó al grupo Hard Rock la autorización para la instalación y explotación del megacomplejo. Pero en septiembre de 2020, un fallo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) declaró parcialmente nulo el Plan Director Urbanístico (PDU) porque una parte de los espacios libres y de equipamientos se situaban en zona de riesgo químico y obligaba al gobierno a redactar de nuevo el PDU.
Luego de cuatro años sin novedades, la nueva consejera de Territorio de la Generalitat, Silvia Paneque, informó que "se continuará la tramitación del proyecto del Hard Rock tal como estaba prevista, pero con esta fiscalidad vinculada".
Según publicó el periódico El País, el Gobierno catalán no se atreverá a paralizar la tramitación del PDU porque temen que Hard Rock reaccione acudiendo a los tribunales, reclamando una indemnización a la Generalitat.