Uruguay: Los empresarios del sector apoyan la regulación y control del negocio de las tragamonedas

El senador del Partido Nacional uruguayo, Sergio Botana, presentó recientemente un proyecto de ley para regular la actividad de las máquinas tragamonedas en el país. “La actividad es inevitable”, aseguró el legislador.

En línea con el diputado, el propio sector de los empresarios ha respaldado el proyecto y así lo hicieron saber a través de declaraciones de Gerardo Dibbern, abogado de la Cámara Uruguaya De Entretenimiento (CUDE), que nuclea a los operadores de las máquinas tragamonedas.

Sergio Botana

“Hace 20 años que estamos diciendo que queremos regular (la actividad). Nosotros no somos responsables de la omisión legislativa que hay en esto, queremos que se regularice, que fiscalicen y que nos controlen. Por eso: totalmente bienvenido este proyecto de ley”, indicó Dibbern en diálogo con El País.

Actualmente, la actividad no está regulada, lo que ha generado una larga disputa entre la Dirección General de Casinos (DGC) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la banca privada de loterías y quinielas y la CUDE.

Para  Dibbern, la falta de regulación es la causa que no permite al sector progresar e incluso ha llevado a estigmatizar a los empresarios. “Sigue existiendo la idea de que somos unos chantas, de que somos ilegales, clandestinos y eso nos perjudica social y económicamente”, aseguró.

En lo que refiere al proyecto de ley, Dibbern manifestó que la CUDE está de acuerdo con que el proyecto especifique en qué tipos de lugares comerciales se pueden instalar las máquinas, así como también ven adecuado el tope máximo de hasta 25 máquinas por cada establecimiento.

Por otro lado, también en la normativa se plantea que el máximo de “slots” que pueden operar en el país sea de 25.000, partiendo de la base que actualmente hay entre unas 40.000 y 50.000 máquinas en Uruguay.

En este sentido, Dibbern no coincidió con la cifra estimada. "Es un número totalmente infundado que surge de percepciones y estimaciones hechas a ojo. Puede haber el doble, o menos. La realidad es que es algo imposible de saber hasta que no haya un registro”, señaló.

La asociación que nuclea a los empresarios también mostró su acuerdo respecto a los requisitos para que un operador obtenga el permiso, entre los que se priorizará a aquellos que logren acreditar una antigüedad en la actividad en los últimos seis años, así como solvencia económica y ciudadanía uruguaya.