“A dos años de comenzar, estamos muy satisfechos y orgullosos con el proceso de reglamentación del juego online en la Ciudad de Buenos Aires”

En una entrevista exclusiva con Yogonet, Martín García Santillán, presidente de la Lotería de la Ciudad de Buenos Aires (LOTBA), destacó el camino recorrido desde la reglamentación de las apuestas online en su jurisdicción, en donde hoy doce empresas operadoras cuentan con permisos, y consideró que sería importante alcanzar acuerdos interjurisdiccionales a nivel ALEA, para poder ampliar el trabajo que realizan en relación al combate del juego clandestino a nivel povincial y nacional.

En un año electoral en la Argentina y después de varios años de estar al frente del Instituto de Juego de la Ciudad de Buenos Aires, ¿cuál es el balance que pueden hacer de su gestión? ¿Cómo sienten que funcionó la apertura al juego online en su jurisdicción, y en qué situación se sienten que se encuentran hoy?

A dos años de estar ya operando el juego online en la ciudad de Buenos Aires, tres y medio si se quiere de su regulación, estamos muy satisfechos y orgullosos con el resultado.

Obviamente, después de estos dos años hay matices que quizás ameritan ser revisados, como en todo proceso y sobre todo, a la luz de la regulación, pero también porque la misma industria va evolucionando.

Entonces, en resumen, estamos muy satisfechos: repetiríamos casi todo lo que hicimos, y vale destacar que uno de los puntos más gratificantes para nosotros fue el haber regulado las promociones y la publicidad, previo al arranque de la operación de juego online.

Creo que esto nos sirvió mucho, porque hay temas que ya están hablados desde el origen con los operadores, y son más fáciles después las correcciones, que sacar a dos años de estar regulando, una normativa vinculada con las promociones y la publicidad.

Entendemos que para hacer un mejor balance, habría que esperar como mínimo dos años más para tener una mirada más integral, porque hay plataformas que todavía no terminaron su certificación definitiva, y hay otros que están tramitando permisos.

Hoy tenemos doce plataformas operando, y la pregunta que nos hacen siempre es ¿cuándo van a cerrar los permisos? Lo cierto es que actualmente no tenemos evidencias para identificar si hay mercado para más operadores o no da para más jugadores en el mercado, con lo cual nos falta información aún, para tomar decisiones en ese sentido.

En cuanto al juego ilegal, siempre es un desafío para cualquier regulador el poder acompañar al operador, para que su operación sea sustentable y cuida en paralelo al jugador, para tener una oferta de juego legal sin competencias desiguales. ¿Con qué se encontraron ustedes, en estos últimos tiempos, a la hora de combatir a los operadores ilegales?

Es una buena pregunta. Primero, nosotros creíamos que regulando el juego online, íbamos a desalentar el juego clandestino. Hoy puedo decir que sucedió lo contrario, aunque no lo podemos atribuir sólo a eso. Pero a dos años de estar operando con juegos autorizados en la Ciudad, vemos que los juegos no autorizados proliferaron y aparecen más que antes, o los vemos más que antes. De hecho, estos operadores autorizados nos presentan muchas denuncias sobre estos sitios clandestinos.

Nosotros los combatimos, los ponemos a disposición de la Justicia, buscamos el bloqueo para que los jugadores no puedan acceder a dicha oferta. Digamos que la forma más asertiva para mí, hoy, es a través de la concientización y la educación del público, más que a través de la Justicia en la Ciudad de Buenos Aires. Tenemos todavía un camino que recorrer, pero creo que está más vinculado con esto, que con los poderes del Estado.

¿Pensar más en una educación del jugador, que en una limitación legal, sería la idea?

Sí, hoy en los colegios a los que asisten mis hijos, me llaman para informarnos que los chicos están apostando. La realidad es que puedo estar seguro de que no apuestan en plataformas autorizadas, pero eso no me quita responsabilidad, como regulador, para que los menores no entren en las plataformas no autorizadas por la Ciudad.

Por ello, lo primero que vamos a hacer es concientizar, para que los menores sepan que están aportando datos a alguien, que no sabemos quién es ni está controlado por el Estado. Creo que a mi hija, por ejemplo, le asusta más la vulnerabilidad de sus datos y sus imágenes, que si le van a pagar un premio o no, en una apuesta. Entonces desde ese lugar la idea no es asustarlos, pero sí explicarle a qué se exponen, lo que creo que seía la mejor forma de resolver el problema de los menores y las apuestas en sitios no regulados.

Teniendo en cuenta que ustedes tienen una participación importante dentro de ALEA (Asociación de Loterías Estatales de Argentina) a nivel nacional, ¿qué falta para poder impulsar un marco más homogéneo en el tema de juego online, y no tan disímil si se lo analiza por jurisdicciones? ¿De qué manera piensan manejar, por ejemplo, los acuerdos interprovinciales o interjurisdiccionales, para habilitar a casas de apuestas que tengan una licencia en una determinada jurisdicción, y quieran operar en otras a través de estos acuerdos?

Este es un tema muy, muy sensible. Si me preguntan a mí, qué es lo que estaría bueno hacer, creo que justamente es eso: si tengo una autorización en alguna provincia, debería poder hacer un convenio interjurisdiccional, reconociendo impositivamente el aporte que pueda corresponder en función del punto de consumo, pero no considerando a esta apuesta como “ilegal”.

Eso sería un éxito que requiere de voluntad política, no de otra cosa. No es técnico el problema, es político; y tendrá los matices por los cuales hoy no se logra.

No está dada esa voluntad política de hacer coincidir todas las plataformas en la Argentina, y lo mismo pasa en el combate con el juego ilegal.

Creo que hay que hacerlo a nivel ALEA, y no a nivel de cada lotería, porque ahí es donde nos encontramos con los casos más complejos: en Ciudad tenemos un autorizado y quizás un apostador juega sobre esa plataforma en la provincia, a dos kilómetros de distancia, y puede estar denunciando esta apuesta como juego clandestino. Ése es el riesgo que corremos, y es lo que está pasando... Debemos corregirlo, pero repito, creo que requiere de voluntad política, ante todo.