Brasil: ¿Qué pasará con las apuestas deportivas y el fin del plazo de una regulación que no emitió Jair Bolsonaro?

Un decreto del año 2018, firmado por el entonces presidente Michel Temer, estableció que el marco normativo para la operación de las apuestas deportivas en Brasil debía crearse en dos años, con una prórroga máxima de otros dos años. Este lapso total de cuatro años se venció hoy, 12 de diciembre de 2022, y la regulación no fue publicada por el presidente saliente, Jair Bolsonaro. Desde el Ministerio de Economía aseguran que el tema "sigue siendo objeto de estudio por parte del Gobierno". Pero planteada esta cuestión... ¿Cuál es el impacto ante la falta de regulación?

A pesar del silencio del Estado, expertos en derecho deportivo afirman que el fin del plazo no debería tener repercusiones ni para las casas de apuestas, ni para sus clientes.

Pocos cambios o ninguno

"Hoy en día, los operadores internacionales de apuestas deportivas crean productos relacionados con el deporte brasileño y para que los consumidores locales hagan sus apuestas, pero a todos los efectos, es como si estuvieran haciendo un negocio legal o contratando con una empresa extranjera. Por lo tanto, la legislación aplicable es la extranjera, y si no hay una regulación, nada cambia", afirmó el abogado Luiz Marcondes, quien es profesor de derecho deportivo y presidente honorario del Instituto Iberoamericano de Derecho Deportivo del Brasil.

De todas formas, el mercado espera que el reglamento aporte transparencia al sector y un entorno de seguridad jurídica, actualmente inexistente; y los apostadores accederán además a una cobertura legal de sus apuestas, ya que hoy están sujetos a las leyes de los países desde los que operan los mencionados sitios de apuestas.

"La ausencia de regulación puede acarrear pérdidas a todos los implicados en el segmento. El Gobierno no recibe impuestos, los clientes no tienen una referencia clara sobre casas de apuestas confiables, y los operadores no tienen la seguridad jurídica necesaria para escalar su inversión en territorio nacional", agregó Alexandre Fonseca, country manager de Betano en Brasil.

Según Marcondes, la complejidad del tema, en un entorno político poco claro, puede haber contribuido a que la agenda no avanzara en la regulación. Y aún con la relevancia obtenida a lo largo de la Copa del Mundo, los más optimistas esperan que la presión social y legislativa pueda ayudar a romper algunas barreras en el Poder Ejecutivo. "Está muy claro que estamos ante un hecho social súper relevante, que genera miles de millones, por lo que imagino que pronto estará en la agenda del Gobierno", afirmó Marcondes.

Sin chances a pesar de las expectativas

Las posibilidades de que Jair Bolsonaro firme el texto que regula el sector se consideran nulas por más de un analista. En junio, durante la campaña electoral, la bancada evangélica en la Cámara Baja logró presionar a Bolsonaro y archivar la Medida Provisoria, ya que los religiosos argumentaron que las apuestas deportivas son una puerta de entrada a los casinos y juegos de azar, considerados inmorales. Bolsonaro, según allegados, atendió esta recomendación y dejó el caso para un segundo mandato.

Sin embargo, fue derrotado por Lula Da Silva y habría perdido todo interés en dejar al presidente electo, la regulación de un sector que puede recaudar al menos R$ 6.000 millones al año (más de USD 1.144 millones).

Para Andre Gelfi, socio y director de Betsson en Brasil, sin el decreto las empresas operarán en la inseguridad jurídica. Sin un reglamento específico, su funcionamiento dependerá de las decisiones judiciales, y corresponderá a cada juez definir cada situación en particular. En otras palabras, jurídicamente, el negocio se convertirá en un mosaico de normas que se aplicarán a unos y no a otros. "Nadie rema contra la normativa. Parte del Gobierno la quiere, los operadores la quieren, el fútbol quiere de esta seguridad... Hoy en día somos grandes anunciantes, y todo el mundo está sacando este asunto a la luz porque quieren seguridad jurídica para el segmento", explicó Gelfi.

Lo cierto es que si hoy, las autoridades nacionales no publican el decreto que regula las apuestas deportivas, estarán incumpliendo con las fechas originales, ya que el plazo para regular finaliza este martes, 13 de diciembre, fecha en la que se publicó la Ley en el Diario Oficial de la Unión.

La Ley Nº 13.756/2018 fue sancionada el día 12, pero publicada en el Diario Oficial de la Unión - DOU el 13 de diciembre. El texto no fue publicado en la edición del Boletín Oficial de la Unión de este lunes (12), y sólo quedan 24 horas para que el Palácio do Planalto publique el decreto regulador, o lleve adelante un acto oficial que amplíe el plazo.

En lo estricto, el plazo previsto en el inciso 3º del artículo 29 de la Ley Nº 13.756/2018 destaca: "El Ministerio de Hacienda reglamentará en un plazo de hasta 2 (dos) años, prorrogables por igual período, a partir de la fecha de publicación de la presente Ley, las disposiciones del presente artículo", por lo que legalmente el plazo finaliza el martes 13 de diciembre, y no el lunes 12 como estaba entendido, ya que la Ley fue sancionada el 12, pero publicada en el Diario Oficial de la Unión - DOU el 13 de diciembre de 2018.

Ayer, domingo, se planteó la posibilidad de una nueva fecha, debido a una rectificación en el DOU del 19 de diciembre de ese año. La rectificación fue sobre la firma de la ley: "En la página 7, 1ª columna, en las firmas, léase: Michel Temer, Eduardo Refinetti Guardia, Esteves Pedro Colnago Junior, Cláudia Maria Mendes de Almeida Pedrozo, Leandro Cruz Fróes da Silva, Gustavo do Vale Rocha y Raul Jungmann". Para que se admita un cambio en la fecha de reglamentación, sería necesario modificar un artículo, según lo previsto en el Decreto-Ley 4.657 del 4 de septiembre de 1942, que trata de la Ley de Introducción a las Normas del Derecho Brasileño.

Así, sólo el artículo en cuestión cambiaría de plazo, y empezaría a circular a partir de la nueva publicación.