El Tribunal Federal de Australia ha aprobado la adquisición del operador de casinos Crown Resorts por 8.900 millones de dólares australianos (USD 6.100 millones) por parte de Blackstone, fondo de inversión estadounidense de capital privado.
Este acuerdo otorgará al multimillonario James Packer un pago de 3.360 millones de dólares australianos (USD 2.300 millones) a cambio de su participación del 37% en la empresa. El acuerdo se cerrará el 24 de junio, cuando se entregue finalmente el dinero. Packer saldrá de Crown Resorts después de esa fecha.
La decisión del tribunal era el último paso en el proceso de aprobación, tras la luz verde de los gobiernos estatales de Australia Occidental, Nueva Gales del Sur y Victoria, lugares donde Crown actualmente opera. Este acuerdo implica la conversión de Crown Resorts en una empresa privada, que ya no informará a la Bolsa de Valores de Australia.
James Packer
Las maniobras contra Packer no le dieron otra opción que vender Crown Resorts. Esto se produce después de años de escándalos, incluida la multa a la empresa por promover ilegalmente el juego en China, donde 14 miembros del personal fueron encarcelados. Además, varias investigaciones descubrieron que el operador de casinos permitía el blanqueo de dinero y tenía vínculos con bandas criminales.
El anterior intento de Packer de abandonar la empresa en 2019 se frustró cuando el posible comprador renunció debido a la polémica y se filtraron los detalles del acuerdo. Según informó la cadena televisiva ABC, fueron las maniobras políticas de Packer y su relación con el empresario chino Laurence Ho —en su intento de construir un casino en Barangaroo, en Sídney— los factores que lo llevaron a la perdición y que significaron el detonante de la investigación Bergin de Nueva Gales del Sur, que determinó que Crown no era apta para tener una licencia de casino.
La adquisición de Blackstone allana el camino para el casino de Crown en Barangaroo, de 2.200 millones de dólares australianos (USD 1.500 millones), que tiene prohibido aceptar apuestas desde su apertura en 2020. Los reguladores estatales han asegurado que estará sujeto a estrictas condiciones.
La Autoridad Independiente del Juego y el Licor de Nueva Gales del Sur (ILGA) ha colaborado estrechamente con Crown en los planes de apertura condicional del juego en Crown Sydney, lo que permitirá a la Autoridad supervisar el cumplimiento por parte de Crown de sus obligaciones en virtud de las medidas de control interno revisadas.
Crown Sidney.
El regulador aprobó la idoneidad de Blackstone para poseer una licencia de casino en Nueva Gales del Sur la semana pasada. El presidente Philip Crawford declaró que la empresa fue sometida a una exhaustiva evaluación de probidad que examinó su capacidad para hacer frente a los riesgos y problemas identificados en el Informe Bergin, una investigación que examinó numerosos casos de presuntos fallos.
Crown Resorts aceptó la oferta de adquisición de Blackstone en febrero de este año, y el consejo de administración de la empresa, ahora presidido por Ziggy Switowski, respaldó por unanimidad la propuesta. El Grupo Blackstone es el segundo mayor fondo de inversiones de capital del mundo. Es propietario de los hoteles y casinos MGM Grand, Mandalay Bay y Bellagio en Las Vegas, así como de la empresa española Cirsa, que explota 147 casinos en España, Italia y América Latina.