La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Málaga puso en marcha la política dictaminada por el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) que prohibe la instalación de establecimientos de la industria del juego en lugares que se encuentren a menos de 500 metros de colegios y otros establecimientos educativos. Al mismo tiempo, suspenderán los otorgamientos de liciencias al rubro durante un año.
La idea de la medida, que comenzará en el peor momento de la industria del juego en España, es limitar el acceso y la difusión de la actividad a menores de edad. La nueva legislación cambia este punto, ya que previamente sólo estaba prohibida la instalación de este sector en edificios destinados a la educación.
En el marco de la pandemia de Covid-19, y la retracción económica y financiera más fuerte que sufrió el rubro del azar en toda su historia a nivel mundial, esta iniciativa impedirá "toda licencia urbanística, aprobaciones y autorizaciones (incluidas las tramitadas mediante declaración responsable) que estén relacionadas con el uso de salones recreativos y de juegos, así como bingos, casinos o establecimientos de la misma índole", según informó Málaga Hoy.
Aún queda esperar la decisión que tome al respecto la Junta de Andalucía, que en otras oportunidades se opuso a la decisión tomada por los ayuntamientos, ya que considera a la acción como restrictiva e inadecuada.