En Nevada se diagnostica un nuevo caso de COVID-19 por minuto, y hay una muerte por la enfermedad cada dos horas, según informaron autoridades de salud la semana pasada.
La alcaldesa de Las Vegas, Carolyn Goodman, llamó “dictador” al gobernador de Nevada, Steve Sisolak luego de que el mandatario dictara una “pausa estatal” de tres semanas para mitigar la propagación del coronavirus.
Sisolak se ha mostrado reticente a ordenar cierres de negocios como hizo en marzo. Igualmente, el domingo anunció la obligatoriedad de usar barbijo más extensa en el estado hasta el momento, y redujo la capacidad en casinos, restaurantes, bares y muchos otros negocios del 50% al 25%.
“Es un dictador con el que hemos cumplido desde el primer momento”, dijo Goodman a Las Vegas Review-Journal. “Obviamente, esto fue devastador para la ciudad”.
En Las Vegas, el Condado de Clark anunció a principios de la semana que los edificios públicos, a excepción del Aeropuerto Internacional McCarran y del centro médico University Medical Center, permanecerán cerrados; y que las actividades gubernamentales que no se puedan llevar a cabo de forma virtual serán canceladas. La Municipalidad de Las Vegas permanecerá abierta bajo reglas de salud pública, dijeron autoridades de la ciudad.
Goodman expresó sus dudas de que la nueva orden dure tres semanas, y añadió que el COVID-19 no desaparecerá hasta que exista una vacuna disponible al público. “Ya ha probado todas estas medidas, y el virus sigue aquí”, dijo. Goodman dijo que Sisolak no tiene en cuenta la información con la que no está de acuerdo y no consulta a los alcaldes sobre su opinión.
Las Vegas forma parte de la Organización Regional de Recuperación del Sur de Nevada, que se reporta semanalmente a la fuerza de tareas de coronavirus del estado. Sisolak negó las declaraciones de Goodman en un anuncio en el Review-Journal, dijo que el estado consulta periódicamente con los gobiernos locales. También dijo que Las Vegas incumplió repetidas veces los cupos en las inspecciones. Llamó a que los líderes de todo el estado se unan en el mensaje.
En abril, Goodman dijo que la decisión de Sisolak de cerrar los casinos y los negocios no esenciales era “una locura”.
Casi la mitad del total de 142.239 casos del estado desde el comienzo de la pandemia en marzo sucedieron en septiembre –un cuarto de ellos fue en noviembre y el 10% solamente en los últimos siete días, de acuerdo con el Departamento de Salud y Servicios Sociales de Nevada.
“El COVID-19 está explotando en nuestra comunidad. Se está esparciendo rápidamente”, dijo a periodistas de Reno un oficial del Distrito de Salud del Condado de Washoe, Kevin Dick, según informó el New York Post. “Estamos teniendo crecimiento exponencial”.
Si bien la mayoría de los casos del estado y de las 2.071 muertes son del Condado de Clark –el condado más poblado, que incluye a Las Vegas– la región Reno-Sparks en el Condado de Washoe recibió el peor golpe en las últimas semanas. Dick dijo que, en comparación, el último brote tuvo como resultado más del doble de casos por cada 100.000 personas en la región Reno-Sparks que el pico más alto del último brote en Las Vegas el verano pasado.