“En este caso -explica Leiva Vega-, la salida de esa empresa de Chile se explica por el problema autoinducido por la autoridad encargada de regular y fiscalizar a la industria de casinos de juego”.
“La errónea interpretación de la Superintendencia de Casinos de Juego respecto del proceso de renovación de los permisos está afectando el funcionamiento de una industria que ha generado millonarias inversiones y miles de empleos a lo largo del país”, sentenció el ex funcionario de la SCJ.
“Por ello -agregó-, es imprescindible que se respeten las reglas del juego para los casinos que decidieron invertir en el sector hace más de una década”.
En su carta, Leiva explica que “en su momento, los actuales operadores se limitaron a cumplir el marco establecido en la ley original, con el cual diseñaron y evaluaron sus proyectos -los que involucraron elevados montos de inversión-, lo que evidencia que asumieron un horizonte de operación superior al plazo inicial de 15 años; esto es, dos períodos de operación (30 años), dadas las reglas de renovación establecidas originalmente”.