Una de las inspecciones judiciales se realizó en un domicilio de las calles Felipe Ángeles entre Once y Matamoros, donde fueron aseguradas 103 máquinas, y las 58 restantes fueron halladas en la caja de un camión localizada cerca de la vivienda.
En la casa, la Fiscalía también localizó distintas cajas con “tarjetas madre”, depósitos para monedas, cableado y monitores, que igualmente fueron requisados.
Marco Antonio López Valdez, fiscal regional de Ensenada, informó que los cateos fueron resultado de las indagaciones implementadas por el delito de corrupción de menores y las personas que proporcionan los aparatos están bajo investigación.
“En todos los asuntos que hemos visto, en los comercios, los menores son los que usaban esas maquinitas y las siguen usando en alguna parte del Estado, por eso se reformó el artículo 321 del código penal por corrupción de menores y es como operamos para asegurar las máquinas”, mencionó. El fiscal mencionó que los prestadores de servicios que proporcionan las máquinas tragamonedas se encuentran “neutralizadas”.
“Hay una línea de investigación, cada municipio tiene su línea de investigación, pero son grupos que estaban operando, ahorita están neutralizados, porque aquí en Ensenada hemos batallado”, mencionó.