Un jugador de Viena perdió más de 2,5 millones de euros en máquinas tragamonedas entre 2002 y 2012, a las que se podía acceder en muchos bares de la capital austríaca. Argumentó que se encontraba en un estado de adicción total al juego, y así el jugador logró recuperar todo su dinero, según un fallo judicial publicado este lunes.
Adujo que su discernimiento se encontraba alterado en aquella época por su adicción y así fueron declaradas nulas sus apuestas, según el tribunal del distrito de Wiener Neustadt, que instruyó el caso. El operador de las máquinas involucradas apeló la sentencia.
La capital austriaca contaba con unas 2.600 máquinas tragamonedas hasta que, ante la proliferación de casos de ludopatía, la municipalidad de Viena las prohibió el 1 de enero de 2015 con la excepción de los casinos.