Por Carlos Fonseca Sarmiento

¿Cuáles son los ingresos brutos de las máquinas tragamonedas?

Carlos Fonseca Sarmiento es abogado, árbitro y máster en Administración Pública y Derecho Constitucional. Es socio Gerente de Gaming Law SAC, y miembro principal de la International Masters of Gaming Law (IMGL).

28-09-2017
Tiempo de lectura 4:10 min
Una técnica tributaria usual para gravar a las máquinas tragamonedas, es aplicar un impuesto equivalente a un porcentaje de sus ingresos brutos.

La regla sería aplicar el impuesto a la diferencia entre apuestas realizadas y premios pagados. Sin embargo, la utilización de frases en inglés puede provocar confusiones. Asimismo, la propia estructura del juego de una máquina tragamonedas hace necesario aclarar algunos conceptos contables que tienen características particulares.

En primer lugar, es común escuchar la frase NET WIN para referirse a los ingresos de una máquina tragamonedas. La traducción vulgar al español sería GANANCIA NETA. Sin embargo, desde el punto de vista contable, lo que en inglés se denomina NET WIN es realmente la GANANCIA BRUTA proveniente de las máquinas tragamonedas.

Efectivamente, la GANANCIA BRUTA, es la diferencia entre las apuestas realizadas (COIN IN) y los premios entregados (COIN OUT y HANDPAYS (pagos manuales)) en una máquina tragamonedas. Si las partes pactaran en sus contratos –por ejemplo, de consorcio o de asociación en participación- que se repartirán las ganancias de las máquinas tragamonedas en función del NET WIN o de la GANANCIA NETA, podrían exponerse a una contingencia ante la autoridad tributaria, la cual podría llegar a la equivocada conclusión –que lamentablemente ha ocurrido en algunas jurisdicciones- de sostener que si la GANANCIA NETA es la diferencia entre las apuestas realizadas (COIN IN) y los premios entregados (COIN OUT y HANDPAYS), entonces, la GANANCIA BRUTA sería el COIN IN. Y este error parte por asociar el concepto de VENTA BRUTA a GANANCIA BRUTA y éstos al COIN IN.

No es técnicamente viable, e incluso tendría efecto confiscatorio, establecer un impuesto sobre el COIN IN de las máquinas tragamonedas, considerando que el ingreso reflejado en el COIN IN es una “venta”. Imaginemos que a un Estado se le ocurre crear un impuesto del 10% de las “ventas” de las máquinas tragamonedas y considera que las “ventas” son el COIN IN de la máquina tragamonedas. Si un jugador inicia su participación en una máquina tragamonedas colocando U$ 100.00 en el COIN IN, bajo este impuesto, el operador tendría que pagar US$ 10.00. Pero imaginemos que éste jugador gana US$ 1,000.00 en su primera jugada –por haber apostado los US$ 100.00 iniciales- y luego pierde todos los US$ 1,100.00 en su segunda jugada. Si aplicamos este impuesto, el operador tendría que pagar un impuesto de US$ 120.00 (US$ 10.00 por la primera “venta” y US$ 110.00 por la segunda “venta”), a pesar que su ingreso real fue solo de US$ 100.00, pues el jugador únicamente tenía US$ 100.00, que es lo que finalmente perdió. Y si este jugador que inició su participación con US$ 100.00 en el COIN IN, en su primera jugada ganó US$ 1,000.00 y se retira, el operador tendría una pérdida real de US$ 1,000.00, pero a pesar de ello, además tendría que pagar US$ 10.00 pues se le grava con el 10% de la “venta” inicial de US$ 100.00.

La Norma Internacional de Contabilidad (NIC) N°18 define como Ingreso a “la entrada bruta de beneficios económicos, durante el ejercicio, surgidos en el curso de las actividades ordinarias de una empresa, siempre que tal entrada dé lugar a un aumento en el patrimonio neto que no esté relacionado con las aportaciones de los propietarios de ese patrimonio”. Entonces, tiene que haber una variación de la situación patrimonial para que se configure un ingreso. El COIN IN no constituye una entrada de dinero que produce el aumento del patrimonio neto del propietario, ello recién se va a determinar luego que se descuente la cifra del COIN OUT y “HANDPAYS”, es decir, los premios otorgados y se obtenga la GANANCIA BRUTA. Si un jugador registra US$ 100.00 en el COIN IN y sin jugar oprime el botón para la devolución de su dinero y se registra el pago del “premio” de US$ 100.00 en el COIN OUT, entonces, no hubo ningún aumento en el patrimonio del operador y por lo tanto no hay ni venta bruta ni ganancia bruta y ningún impuesto que pagar.

En consecuencia, el ingreso bruto de una máquina tragamonedas es una cifra que se determina como consecuencia de la sustracción de dos cantidades claramente definidas. La cantidad de apuesta (dinero) recibida de los jugadores (que se registra en el COIN IN de la máquina) menos la cantidad de premio (dinero) pagada a los jugadores por dicha máquina tragamonedas (que se registra en el COIN OUT o HANDPAYS de la máquina).

El Estado es libre de determinar la base imponible sobre la cual considera que un contribuyente debe pagar sus impuestos. El Estado puede elegir que la base imponible sea la GANANCIA BRUTA o la GANANCIA NETA. Si el Estado elige que la base imponible sea la GANANCIA BRUTA, entonces el Estado deberá aplicar un porcentaje sobre la diferencia entre las apuestas realizadas y los premios pagados, es decir, lo que vulgarmente se conoce como NET WIN –pero que equivocadamente se traduce como GANANCIA NETA- de la máquina tragamonedas. Si el Estado elige que la base imponible sea la GANANCIA NETA, entonces el Estado aplicará un porcentaje sobre la diferencia entre la GANANCIA BRUTA y los gastos incurridos por el operador para generar dicha ganancia bruta, como por ejemplo, gastos de personal, consumo de luz, etc., es decir, un típico impuesto a la renta neta, como ocurre con cualquier actividad empresarial.

Para el Impuesto a la Renta de cualquier actividad, la GANANCIA BRUTA constituye todos los ingresos recibidos por el contribuyente y la GANANCIA NETA se determina por la diferencia entre la GANANCIA BRUTA y los gastos vinculados para producir dicha GANANCIA BRUTA. En la actividad de las máquinas tragamonedas, la GANANCIA BRUTA también constituye todos los ingresos recibidos por el contribuyente, pero los ingresos no son las apuestas de los jugadores (COIN IN) sino la diferencia entre las apuestas menos los premios. Es por ello, que es equivocado hablar de “ventas brutas” en las máquinas tragamonedas, pues tal concepto está asociado con el registro de una operación –la venta- que excluye cualquier operación posterior y ello no es técnicamente viable en las máquinas tragamonedas, pues sin los datos del COIN OUT o HANDPAYS no puedes saber a ciencia cierta el ingreso bruto del operador.

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