El complejo deportivo, más conocido comúnmente como “Hamalir”, fue construido en 1983 convirtiéndose en una de las instalaciones más modernas de su tipo en la Unión Soviética. Demirchian, líder comunista de la Armenia Soviética entre 1974 y 1988, contribuyó a su costosa construcción. Es por eso que pasó a llamarse “Demirchian” poco después de su asesinato en octubre de 1999, a pocos meses de convertirse en el presidente del Parlamento.
De acuerdo con la viuda de Demirchian, él lloró cuando Hamalir fue severamente dañado por un incendio en 1984. "Hamalir era un pedazo de su alma y su cuerpo. Fue su idea", dijo. El complejo consta de dos amplias alas, que fueron vendidas en 2005 a la empresa constructora con sede en Moscú BAMO, propiedad de un hombre de negocios ruso de origen armenio.
El gobierno armenio lo renacionalizó el año pasado, tras el fracaso de BAMO de pagar un préstamo del gobierno de 25 millones de drams.
El gobierno anunció la semana pasada que ha decidido vender Hamalir a una empresa privada por 30 millones. Dijo que el nuevo propietario se ha comprometido a invertir 100 millones de drams en la ampliación de la planta, y convertirlo en un gran centro de entretenimiento que no sólo con salas de conciertos, sino también un hotel, un parque acuático, tiendas, restaurantes y un casino.
El acuerdo fue criticado por miembros de la oposición, en particular, en contra de la apertura de un casino, ya que el memorial del genocidio armenio Tsitsernakabert está cerca. Rima Demirchian también expresó serias preocupaciones sobre el proyecto de casino, diciendo que sería una afrenta a la memoria de su marido.