Los dos grupos han sacado al mercado aplicaciones para móviles y el éxito ha sido rotundo, ya que la previsión para la conclusión del mundial de fútbol es que se hayan jugado unos 1.200 millones de euros, algo más de cuatro veces el importe apostado legalmente en la fase final del mundial de Sudáfrica.
"Es muy fácil apostar con el teléfono, mucho más que ir y hacer la cola para comprar un billete en la tienda de apuestas", comenta Li Qiang, gobernador de Shanghai. "Apostar es nuestra única manera de participar", indica con sorna en relación a la difícil tarea de China de jugar la fase de grupos ya que ocupan el puesto 103ª en la clasificación de la FIFA.
Tencent y Alibaba carecen de licencias para operar y lo que hacen es actuar como mediadoras, ofertando una plataforma para las loterías de los gobiernos en cada provincia china. Ellos son los que facilitan que las apuestas se desarrollen de manera legal y lleguen a los 500 millones de chinos que navegan por la red con sus teléfonos.