El motivo por el que el banco alemán ha entrado en el mundo del juego es el de haber sido prestamista de un gran proyecto de dos torres, con un crédito de 1.000 millones de dólares al promotor inicial del proyecto, Ian Bruce Eichner, que entró en mora hace dos años. El banco fue incapaz de encontrar nuevos socios u otros inversores, por lo que decidió terminar el desarrollo, invirtiendo su propio dinero.
Deutsche cambió el proyecto original y contrató a sus propios expertos en juego e inmobiliario, diseñadores de interiores, arquitectos e ingenieros para concluir el edificio. El resultado ha sido un hotel casino orientado hacia quienes encuentran estos establecimientos de Las Vegas demasiado congestionados y buscan un lujo más relajado.
Todo jugador sabe que jugar doblando la apuesta perdida entraña un gran riesgo. Sin embargo, cuando Deutsche celebre la gran fiesta de inauguración, el mes próximo, habrá invertido 3.000 millones de dólares adicionales de su propia caja, y la construcción del Cosmopolitan será uno de los resorts de juego más caros en la historia de Las Vegas.
La conducción de este proyecto por parte del banco alemán tiene lugar cuando las instituciones financieras están siendo objeto de escrutinio por parte de los reguladores y están recibiendo crítica de la sociedad por haber convertido la actividad financiera en un auténtico casino. Sin embargo, desde el banco señalaron que eligieron la mejor opción al decidir construir y operar el resort.
El hotel casino tendrá 83 mesas de juego y 1.474 máquinas tragamonedas y se abrirá cuando la industria del juego en Las Vegas lucha con una crisis que ha afectado a algunos gigantes de esa industria como Harrahs Entertainment Inc., aunque se empiezan a ver signos de recuperación después del pronunciado declive sufrido durante la recesión.
Deutsche Bank no es el único banco que entra en el negocio de los casinos. Morgan Stanley inició un desarrollo de 2.600 millones de dólares en Atlantic City, N.J., llamado Revel. Morgan Stanley contribuyó con 1.200 millones de dólares, solo para retirarse después condonando parte de ese importe y ahora JP. Morgan está tratando de encontrar financiación para el proyecto.
La entrada de Deutsche en el desarrollo tuvo lugar de forma un tanto inocente, todo empezó con un préstamo de 60 millones de dólares para comprar los suelos pero fue incrementando de manera importante sus créditos en pleno boom de los casinos, a mitad de la década.
Después de la salida del promotor, el banco se encontró a disgusto con el proyecto y trató de negociar con distintas empresas como Hilton Worldwide y MGM Resorts International, pero sin conseguir cerrar la operación.
Deutsche optó por actuar solo, pero suponiendo que el Cosmopolitan genere un cash flow similar al que consigue Bellagio, el casino de más éxito en Las Vegas, el banco necesitará 15 años para recuperar la inversión, en las condiciones económicas actuales.