Si bien se trata de un problema nacional, a nivel local “El Observador” realizó un catastro de la actividad de estos juegos electrónicos en la calle Prat, donde existen más de 300 máquinas.
Se suma un catastro de Carabineros, que da cuenta de más de 70 locales que tienen máquinas, contabilizando más de 840 máquinas dispuestas en todo tipo de negocios, entre los que se dedican a esto de forma exclusiva y los que complementan sus ingresos con estos aparatos.
El problema de regulación se produce porque la legislación no es clara, ya que este tipo de máquinas están prohibidas salvo en los casinos legalmente constituidos, y las máquinas de destreza, que están exentas de regulación.
Por esta razón el miércoles pasado se realizó una reunión en la Gobernación Provincial, donde acudió el alcalde de Quillota, Luis Mella, concejales, Carabineros, Investigaciones y Servicio de Impuestos Internos, en la que se buscaron fórmulas para abordar esta materia.