Ron Mendelson es el director de Fast Offshore, una empresa radicada en Costa Rica que ofrece servicios de consultoría corporativa y empresarial a compañías internacionales. Tiene más de 22 años de experiencia real en licencias y pagos de juego virtual, cumplimiento de normativas, estructuras corporativas con eficiencia impositiva, licencias de fondos de cobertura tipo incubadora u otros, y servicios relacionados a Blockchain y a Criptomineda. Asesora a varios clientes internacionales acerca de sus necesidades empresariales en las Américas y Europa, entre otros.
En este artículo, el consultor de la industria del iGaming Ron Mendelson, de Fast Offshore, evalúa los puntos fuertes de las licencias de Anjouan y Curazao, destacando por qué Anjouan se perfila como la opción superior para los operadores que planifican para 2025 y más allá.
Para los operadores de la industria del iGaming, en particular los que dirigen empresas medianas o lanzan nuevas empresas, la selección de la mejor jurisdicción para obtener la licencia es una decisión crucial que determina la trayectoria de su éxito operativo.
Dos jurisdicciones dominan este debate: Curazao, un centro conocido y consolidado con décadas de historia, y Anjouan, un participante relativamente nuevo del archipiélago de las Comoras. Ambos han experimentado importantes reformas normativas en los últimos años para adaptarse a los cambiantes estándares globales y abordar los requisitos de cumplimiento modernos.
Sin embargo, Anjouan se ha convertido en la opción más eficaz, ya que ofrece a los operadores una relación calidad-precio inigualable, tiempos de configuración rápidos, legitimidad internacional y, lo que es más importante, flexibilidad operativa.
Curazao es desde hace tiempo un nombre muy conocido en el mundo de las licencias de iGaming, cuyos orígenes se remontan a los años 90, cuando estableció por primera vez su normativa sobre juegos de azar en línea. Su modelo histórico, centrado en licencias maestras que permitían la sublicencia, atrajo a operadores que buscaban altos niveles de accesibilidad y mínimos obstáculos burocráticos. Esta estructura histórica le valió una reputación de facilidad, lo que convirtió a Curazao en la opción preferida de los operadores medianos y las empresas emergentes que buscaban entrar en el mercado rápidamente y a un costo relativamente bajo. Pero también causó problemas, principalmente relacionados con la supervisión regulatoria, la laxitud en la aplicación de la ley y su reputación general.
Las recientes reformas normativas, impulsadas por los Países Bajos, han tratado de modernizar el marco de Curazao en respuesta a las presiones globales para mejorar la supervisión y elevar los estándares de cumplimiento. La transición a las licencias directas de iGaming emitidas por las autoridades, que sustituyen al modelo maestro-subcontratista, introdujo estrictos protocolos contra el lavado de dinero, medidas de protección de los jugadores y auditorías técnicas alineadas con los estándares internacionales. Pero la transición no fue demasiado fluida.
Aunque Curazao conserva ventajas, como el reconocimiento de marca y las relaciones bancarias establecidas, su panorama tras la reforma presenta una serie de retos. El proceso de solicitud se ha prolongado, con retrasos en las aprobaciones y auditorías que crean cuellos de botella para los operadores. También se ha vuelto más costoso, tanto en términos de los costos de solicitud y renovación como de mantenimiento continuo. Las tasas de retención reflejan esta dificultad, ya que algunos titulares de licencias existentes exploran alternativas y los nuevos solicitantes dudan ante la incertidumbre que rodea la transición. Para los operadores que dan prioridad a la estabilidad y la familiaridad, Curazao sigue siendo una opción viable, pero su capacidad para atraer y retener a los operadores ha disminuido en comparación con las jurisdicciones emergentes. Entonces, ¿hacia dónde se dirigen los operadores?
Anjouan se ha labrado rápidamente una reputación como alternativa atractiva para los operadores de iGaming. Su reforma normativa la ha posicionado como una jurisdicción con visión de futuro, y esto no ha pasado desapercibido. Desde la reforma, la autoridad encargada de conceder las licencias en Anjouan ha expedido más de 850 licencias, lo que supone el respaldo a más de 2000 sitios de juego activos, una cifra que sigue creciendo. Este crecimiento es una clara demostración de su atractivo para los operadores que buscan una jurisdicción que equilibre el cumplimiento normativo con la agilidad operativa y la rentabilidad.
El proceso de concesión de licencias de Anjouan es especialmente eficiente, ya que permite a los operadores ponerse en marcha en solo unos días si se asocian con Fast Offshore. El sistema de solicitud simplificado, respaldado por envíos digitales y equipos reguladores receptivos, minimiza cualquier posible retraso, lo que supone una ventaja fundamental para las empresas emergentes que se apresuran a salir al mercado o para los operadores medianos que desean obtener beneficios rápidamente. El cumplimiento normativo es igualmente exhaustivo, con marcos que se adhieren a las normas internacionales contra el lavado de dinero y de conocimiento del cliente, junto con certificaciones para generadores de números aleatorios y protocolos de juego responsable. Sin embargo, esto se equilibra con una regulación más flexible, que fomenta la autorregulación entre los operadores. No obstante, este cuidadoso equilibrio garantiza que las licencias de Anjouan sean reconocidas por bancos, procesadores de pagos y redes de afiliados de todo el mundo, lo que refuerza su credibilidad en los mercados establecidos y emergentes. Esto facilita mucho la vida a los operadores, que pueden crear asociaciones con facilidad y confianza mutua.
Anjouan también admite una amplia gama de modelos de negocio diversos, desde plataformas integradas con criptomonedas hasta operaciones especializadas en deportes electrónicos y marcas blancas, sin necesidad de realizar complejas solicitudes. Esta adaptabilidad resulta atractiva para los operadores medianos que buscan crecer sin restricciones normativas y para las empresas emergentes que desean innovar en segmentos nicho. También resulta atractiva para cualquier tipo de operador con presupuestos más reducidos. La rentabilidad es otra gran ventaja, ya que Anjouan ofrece la estructura financiera más competitiva del mercado, lo que permite a los operadores destinar sus recursos al marketing, la tecnología o la retención de jugadores, en lugar de a las tasas y los costos administrativos.
Tanto Curazao como Anjouan han modernizado sus marcos normativos para cumplir con las expectativas globales, implementando medidas para garantizar el cumplimiento y la protección de los jugadores. Sin embargo, las diferencias clave ponen de manifiesto la ventaja de Anjouan para los operadores con visión de futuro.
Seleccionar una jurisdicción es solo el primer paso; ejecutar el proceso de concesión de licencias exige experiencia y precisión. Fast Offshore, con su amplia experiencia en licencias de iGaming, es un socio valioso para los operadores que desean obtener licencias de Anjouan o Curazao. Nuestro equipo se encarga de las complejidades de la constitución de entidades, la documentación de cumplimiento y las integraciones bancarias para garantizar un camino ágil hacia el estado operativo. Para operadores de cualquier tamaño, independientemente de su presupuesto, que busquen eficiencia o startups que deseen lanzarse rápidamente, Fast Offshore ofrece soluciones personalizadas que se ajustan a sus necesidades.
Anjouan es la opción clara para los operadores de iGaming en 2025, ya que ofrece una combinación de rapidez, rentabilidad, legitimidad y flexibilidad que supera a las jurisdicciones tradicionales como Curazao. Para aprovechar esta oportunidad y posicionar su operación para el éxito, póngase en contacto con Fast Offshore hoy mismo. Permítanos guiarle a través del proceso de obtención de licencias, atendiendo sus necesidades y fomentando su éxito en cada paso del camino.