"Vamos a ser accionistas minoritarios a largo plazo", dijo a Reuters la fuente en relación al paquete de los Franco en Codere.
Los principales accionistas de Codere, la familia Martínez Sampedro, acordaron entregar a cada uno de los hermanos Franco un millón de acciones del grupo, representativas de un 1,82 por ciento de su capital, para zanjar una disputa que había puesto en marcha un proceso de venta del 71 por ciento del grupo de apuestas en manos de los Martínez Sampedro.
El acuerdo puso fin al proceso de venta iniciado por los Franco, que habían requerido a los Martínez Sampedro vender su participación en el grupo de juegos recreativos como pago por no haber saldado enteramente una deuda contraída en 2006.