Aunque los agentes -que cumplían órdenes de la Xunta- no dieron explicaciones sobre los motivos de la operación, los dueños de las máquinas afirman que está motivada por la previsión de que los aparatos permitan en el futuro realizar apuestas deportivas.
La empresa lucense Gvision, que distribuye este tipo de instalaciones, informó que existe una denuncia de la asociación de operadores de máquinas tragamonedas de Pontevedra, pero aseguró que los aparatos precintados, a pesar de ofertar lotería, "no tienen nada que ver con las apuestas". El director comercial de la compañía, Luis Aria, recalcó que la instalación sirve sólo para intermediar entre los clientes y distintas empresas.
"Llevan un ordenador conectado a Internet para solicitar servicios de una empresa. La lotería, por ejemplo, se encarga a Serviloto, que acude a una administración legal, la compra y se la envía al usuario", declaró.
Aria comparó la transacción que permiten las máquinas con la venta de boletos por Internet, que ofrecen numerosas administraciones de lotería y empresas en todo el territorio nacional.
"La administración de Sort vende más del 90% por Internet y utiliza el mismo sistema que Serviloto", comentó el director comercial que -aunque no habló sobre las polémicas apuestas inglesas- avanzó que las máquinas servirán en el futuro para comprar regalos y contratar seguros.