Los empresarios turísticos y expertos del sector ven con buenos ojos la apertura de estos centros que, según aseguran, “supondrán un efecto dinamizador más y otro elemento de oferta complementaria para atraer a personas con alto poder adquisitivo”. Las cifras son optimistas. De hecho, el Grupo Orenes, concesionario del Gran Casino Castellón, tiene previsto facturar hasta 21 millones de euros durante el primer ejercicio de actividad.
En este caso, en la actualidad, los trabajos han emprendido ya su última fase y se está operando en el interior. Estas instalaciones tendrán un aforo para 1.800 personas y servirán para crear 255 puestos de trabajo directos y 300 indirectos. También han permitido la puesta en marcha de una escuela de crupiers, que se ha instalado en el Grao.