El buque destinado a actividades de esparcimiento, arribó a las costas de este puerto del Golfo de México, en Septiembre de 2006, en espera de que autoridades locales y federales, autorizaran sus operaciones como “buque de apuestas”.
Por esos días, el catamarán Tortola Fast Ferrie, propiedad del Fiesta Casino, regresaba al muelle con al menos diez apostadores influyentes, entre los que se encontraban funcionarios del área de turismo del Gobierno de Veracruz y autoridades portuarias.
La inexperiencia en el conocimiento de la costa porteña por parte del piloto, originó el encallamiento del catamarán que, sólo tras diez meses pudo ser rescatado ante la indiferencia de la Capitanía de Puerto y de su titular Antonio Burgueño Guardado.
Para febrero de 2007, la empresa propietaria debió entregar la embarcación al Estado de Veracruz para resarcir los daños a los arrecifes Punta Pájaros, después de que sus directivos huyeron a los Estados Unidos y el barco “causó abandono” con 18 marinos extranjeros.
Ante la indiferencia de las autoridades de Marina Mercante al mando de José Tomás Lozano y Pardiñas, los marinos solicitaron el apoyo de organismos sindicales, a fin de insistir en que los propietarios, subsanasen el pago de salarios caídos y demás prestaciones de ley.
En contra de las autoridades de Marinas Mercante que salieron en defensa de los intereses de la compañía naviera en todo momento, el viernes cuatro de Mayo, la JFCyC 45, dictaminó procedente el aseguramiento del Fiesta Casino con fines de venta.
A solicitud de Isaías Lara Estevez, abogado de la Orden de Capitanes y Pilotos de la Marina Mercante, las autoridades laborales cumplieron con el rescate de los marinos.
Edy Gomez capitán del Fiesta Casino manifestó su satisfacción por la decisión de las autoridades y dijo confiar que pronto él y sus tripulantes, obtengan los recursos para regresar a sus países.
Isaías Lara Estevez, lamentó a su vez el incumplimiento de SCT en su obligación de vigilar las condiciones de seguridad y operatividad de un buque en el puerto y que se haya mantenido indiferente a la solicitud de apoyo de los marinos, aunque consideró que al final, la misma ley les da una contundente lección.