El senador Francois Trucy presentó un informe que pone énfasis en que el juego puede ocasionar una dependencia que se hace más grave en el caso de los segmentos de la sociedad “más vulnerables”.
El documento señala que entre 1960 y 2005 el gasto de los franceses en las apuestas y los juegos de azar se ha incrementado en un 148 por ciento.En concreto, el año pasado los franceses gastaron 35.850 millones de euros en casinos, máquinas tragamonedas, apuestas hípicas y diversos tipos de lotería.
El senador Trucy ha puesto el acento en el hecho de que es motivo de satisfacción los ingresos que aportan a las arcas del Estado los juegos de azar, incluidos los de La Francaise des Jeux (FDJ), que tiene un 72 por ciento de capital público y que en los últimos seis años ha incrementado su volumen de negocio un 55 por ciento. Sin embargo, el éxito económico lleva consigo que el Estado sea visto como “generador de dependencias”, según el informe.
Hace unos meses el Gobierno francés aprobó la creación de un organismo encargado de controlar las ofertas y actuaciones de La Francaise des Jeux, con el objetivo de limitar las ludopatías entre la población.
El comité tiene la facultad de redactar informes destinados al Gobierno sobre las iniciativas comerciales de la FDJ, con la pretensión de proteger a los más frágiles del riesgo de adicción.
El pasado 1º de noviembre entró un vigor una norma que obliga a los casinos a llevar a cabo controles de acceso reforzados para evitar la entrada en las salas de menores y de personas que tienen prohibidas las prácticas de juego.